La Casa Central de la U de Chile sería uno de los edificios afectados.
Alex Valdés/El Mercurio
SANTIAGO.- Los esfuerzos realizados
Metro para evitar una sanción por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) no fueron suficientes, ya que la estatal sufrió un revés importante en su
plan para mitigar el posible daño en edificios patrimoniales en torno a la Línea 3.
Según el Diario Financiero, la construcción de la Línea 3, que une Quilicura y con La Reina, provocó que la SMA abriera un proceso sancionatorio por afectar, durante la construcción de los túneles, a algunos edificios históricos colindantes con el trazado.
Se le acusa de supuestamente no haber hecho correcciones al proceso constructivo, dado que varios edificios patrimoniales cercanos a la nueva línea habrían sufrido deformaciones o asentamientos mayores a los proyectados.
Por ejemplo, se había estimado que la variación no podía ser mayor a 5 milímetros, pero en varios de los casos analizados por el ente fiscalizador esto se habría superado.
Algunos de los edificios que se han visto afectados son el Club de La Unión, la Casa Central de la Universidad de Chile, el edificio del Banco Estado, el Hotel Bristol, la Catedral de Santiago, el edificio Catedral 1115 y el Parlamento donde actualmente se encuentra la Polla de Beneficencia.
Ante esto, la compañía había presentado un plan de cumplimiento con medidas para mitigar los efectos - como los ruidos molestos-, cuya implementación ascendía los US$ 3,7 millones. El programa buscaba revertir los cargos graves y leves que le formuló la SMA, pero la autoridad rechazó la propuesta volviendo a los inicios de proceso sancionatorio.
Las multas que arriesga la estatal ascienden a unos US$ 22 millones en su grado máximo. Metro solicitó dejar sin validez los cargos y recalificar los cargos aplicando una sanción mínima, de acuerdo a la publicación.
