SANTIAGO.- "Efectivamente dado el resultado, fue un mal ejemplo", así el ministro de Educación,
Gerardo Varela, debió salir a excusarse debido a las críticas que surgieron luego de que instara a las comunidades escolares a "hacer bingos" para reparar los problemas estructurales de las escuelas.
"Todos los días recibo reclamos de gente que quiere que el Ministerio le arregle el techo de un colegio que tiene goteras, o una sala de clases que tiene el piso malo. Y yo me pregunto:
¿por qué no hacen un bingo?", declaró en un aniversario de Enseña Chile.
Sus dichos provocaron que desde la oposición pidieran su renuncia, e incluso parlamentarios de Chile Vamos lo cuestionaran. Eso sí, el Presidente Sebastián Piñera lo respaldó y lo mismo hicieron los presidentes de los partidos oficialistas tras participar del comité político, valorando su gestión.
Eso sí no es primera vez que el mismo ministro da una declaración polémica. La anterior fue el 16 de mayo cuando ante una sesión especial del Senado convocada para analizar los protocolos de abuso sexual o laboral en las universidades, en medio del movimiento feminista, el titular del Mineduc calificó esos hechos como
"pequeñas humillaciones".Luego de eso, él también tuvo que explicar lo que había querido decir, ante los cuestionamientos. La senadora Yasna Provoste (DC) quien fue testigo de las declaraciones de Varela, lo criticó por "el vocabulario y el lenguaje" que usó al hablar de discriminación y aseguró que esas expresiones no corresponde que se emitan desde el Gobierno, ya que éste debe "garantizar la erradicación de toda forma de discriminación".
Anteriormente en abril, mientras daba una entrevista radial sobre educación sexual, el ministro Varela aseguró que sus hijos son "unos campeones porque necesitan más de tres condones".
Tras eso no solo le llovieron las críticas de la oposición, también de parte de los movimientos feministas. Él en tanto, pidió disculpas a través de una carta diciendo que hizo una "mala broma".
Pero él no es el primer secretario de Estado que ha puesto en aprietos a su Gobierno con sus polémicas salidas de libreto. Aquí algunos ejemplos ocurridos en los últimos cuatro administraciones.
Las "inadecuadas" declaraciones de Campos
Hace dos años, bajo la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, el titular de Justicia, Jaime Campos, generó varias incomodidades.
La primera por ejemplo, fue cuando concluyó tras visitar el centro del Sename donde murió la menor Lissette Villa que éste "tenía hartas más comodidades que yo tuve en el internado Liceo de Hombres de Talca".
Esa frase la dijo en medio de una sesión especial de la Cámara de Diputados, generando la molestia de varios de los legisladores presentes. El parlamentario Gabriel Boric (MA) fue uno de los más duros: "Que se vaya a la cresta, es que no puede ser", sostuvo.
Pocas horas después de eso, en una visita a la cárcel de Valparaíso, los dirigentes sindicales de Gendarmería le comentaron una serie de irregularidades que se estaban cometiendo en el complejo penitenciario y que sus denuncias no han sido acogidas por la dirección. Ante esto, el ministro Campos contestó: "En una rama jerarquizada como la de ustedes, las bolas del director nacional están las 24 horas sobre el escritorio del ministro y yo veo cuándo se las corto".
Por ambas expresiones, la entonces vocera de La Moneda, Paula Narváez aseguró que sostuvo una conversación telefónica con él, en donde le hizo "un reconocimiento de que esas declaraciones son totalmente y absolutamente inadecuadas" y que el Gobierno "comparte ese juicio".
La renuncia de Helia Molina
"En todas las clínicas cuicas, muchas familias conservadoras han hecho abortos a sus hijas", dijo en entrevista con La Segunda, la entonces ministra de Salud de Bachelet, Helia Molina en medio de la elaboración del proyecto de despenalización de la interrupción del embarazo.
De todos los secretarios de Estado que han emitido frases cuestionables, ella fue la que sufrió la mayor consecuencia: debió presentar su renuncia al cargo, la que fue aceptada por la Mandataria y el Gobierno pidió disculpas ante el revuelo que sus palabras causaron desde la Asociación Gremial de Clínicas de Chile y sectores de la entonces oposición.
"A raíz de la controversia generada por las declaraciones de la ministra de Salud, Helia Molina, que ella ha lamentado públicamente, debemos informar que la ministra Molina ha presentado su renuncia a la Presidenta de la República, para evitar generar polémicas artificiales que puedan distraer al Gobierno de la significativa tarea de mejorar la salud de todas y todos", dijo el portavoz de La Moneda, Álvaro Elizalde junto con asegurar que la Presidenta reconocía la trayectoria y compromiso de la doctora.
El ministro de Educación y Hacienda de Bachelet, Nicolás Eyzaguirre también emitió algunas declaraciones que causaron revuelo. Por ejemplo dijo: "Yo fui a un colegio 'cuico'. Fui al Verbo Divino, y les puedo decir que muchos alumnos de mi clase eran completamente idiotas; hoy día son gerentes de empresas. Lógico, si tenían redes. En esta sociedad no hay meritocracia de ninguna especie".
Tras esto tuvo que salir disculpas públicas al establecimiento aunque aclaró que eso "no reniega en nada del sentido profundo de mis dichos".
También en el programa Estado Nacional de TVN, el jefe del Mineduc señaló: "Voy a hacer una metáfora, que son siempre peligrosas en esto (...). Lo que tenemos actualmente es una cancha enlozada, un competidor corriendo con patines de alta velocidad y otro descalzo. El descalzo es la educación pública. Entonces me dicen ¿por qué no entrenas más y le das más comida al que descalzo? Primero tengo que bajar al otro de los patines".
La polémica fue tal que incluso esta semana, tras los dichos de Varela, las palabras de Eyzaguirre fueron nuevamente citadas por los oficialistas. En ese entonces- el año 2014- la molestia de la UDI fue tal, que incluso dos parlamentarios gremialistas le llevaron de regalo unos patines al Ministerio acusándolo de querer "nivelar hacia abajo".
El primer Gobierno de Piñera
El año 2013 la ahora alcaldesa de Providencia, entonces ministra del Trabajo de la primera administración de Piñera, Evelyn Matthei, sufrió un altercado con la ex diputada independiente, Marta Isasi cuando discutían sobre el cierre de la Universidad del Mar. El hecho se conoció porque la reunión fue grabada y el video circuló por internet.
La secretaria de Estado trató a la parlamentaria de "ignorante" e Isasi le contestó diciendo que era una "rota de mierda". Tras esto la ministra no se disculpó de sus dichos, sino que por el contrario, los repitió y acusó a la ex diputada de "montar un show mediático".
Ante esto el ministro del Interior, Andrés Chadwick, salió a desdramatizar el altercado asegurando que "ambas son mujeres con carácter". "No hagamos de eso una tormenta, porque ni siquiera da para una", sostuvo recalcando que el hecho ocurrió en el marco de una reunión privada.
El año 2011, el también ministro de Piñera, Jaime Mañalich, expuso en un congreso de corporaciones municipales de Rancagua y refiriéndose al descuento de los días no trabajados a los funcionarios de la salud que participaron en las movilizaciones del sector público de 2010 dijo que él sería recordado como "el huevón que nos cagó".
Ante la controversia que se armó por sus dichos, el ministro subrogante de Salud (Mañalich estaba en el extranjero cuando se conoció la cuestionada grabación) dijo que "no corresponde a nosotros manifestarnos sobre el diálogo que se realiza en un contexto específico en el cual nosotros no tuvimos participación y no quisiéramos ahondar en este tipo de pequeñeces que no conducen a una mejora de la salud pública de nuestro país".
En tanto, el titular de la cartera pidió disculpas asegurando estar "arrepentido".
El ministro de Defensa de la misma época, Jaime Ravinet, le dijo a los diputados que "el puente vale callampa", en alusión a un puente mecano que se había instalado en la región del Biobío.
El secretario de Estado explicó que lo expresado era en el marco de una conversación "entre amigos" con parlamentarios, mientras que la vocera de Gobierno, Ena von Baer aseguró que las declaraciones "eran un lapsus sin importancia".