SANTIAGO.- "Tantos casos de falta de respeto a la autoridad ponen de manifiesto el debilitamiento del Estado de Derecho, con sus indeseables consecuencias". Así se refiere el cantautor chileno Alberto Plaza a la capacidad de respuesta efectiva de los organismos de orden y seguridad ante la "escalada de violencia y agresividad" de las demandas que realizan algunos "desadaptados" en tomas, marchas y manifestaciones que se realizan en el país.
En una carta publicada este lunes en el diario El Mercurio y que tituló "Represión", Plaza recuerda la situación del 13 de septiembre en el Liceo de Aplicación, cuando carabineros fueron atacados con bombas molotov, sillas y otros elementos contundentes. También habla sobre el conductor de Uber que fue detenido en el aeropuerto tras ser herido por un uniformado cuando se resistió al control policial.
Estos hechos han ido en aumento y al mismo tiempo ha disminuido la respuesta de Carabineros, acusa Plaza, en orden a que no pueden "ejercer un control efectivo de la violencia por temor a ser sancionados o incluso expulsados de la institución por represivos".
Pero para el cantante "el concepto de represión no puede ser analizado con independencia del acto que se está reprimiendo", así intenta explicar que si se está conteniendo "un acto que es dañino y destructivo, como intentar prenderle fuego a un ser humano, la represión no solo es aceptable, sino que necesaria".
Esta incapacidad de los carabineros para realizar un control eficiente tiene su origen en los gobiernos de la Concertación, dice Plaza, pero especialmente se refiere al de la Nueva Mayoría que le quitó respaldo efectivo a Carabineros "porque algunos de sus integrantes o sus familiares habían sido víctimas de los abusos de la dictadura, de tal forma que ellos identifican todo acto represivo como algo malo".
El cantautor pone de ejemplo lo que sucedió bajo el gobierno de Michelle Bachelet y los saqueos del 2010 luego del terremoto, señalando que hubo inacción de su parte "cuando debió haber ordenado la actuación de Ejército".
Pero "ella asociaba la salida de los militares a las calles con la represión de la que había sido víctima bajo el régimen de Pinochet, de tal forma que no fue capaz de distinguir las diferencias entre un hecho y el otro".
"No es de extrañar, entonces, que si el Estado les quita el piso a las fuerzas del orden, el resultado sea, como no, desorden", cierra Plaza en su misiva.
