Soledad Neira, El Mercurio
SANTIAGO.- "Lo que se necesita es un Plan Chiloé 2. En 10 años se hizo mucho, la isla ha cambiado mucho, pero
todavía quedan necesidades insatisfechas, obras que mejoren la calidad de vida en el archipiélago", afirma el
ex ministro de Obras Públicas Eduardo Bitran, quien en 2006 lideró el Plan Chiloé, una iniciativa con que el gobierno de Michelle Bachelet compensaría a los chilotes luego que él mismo bajar el proyecto y
terminar el contrato con la empresa que se había adjudicado el proyecto por US$927 millones.
Ahora, y frente a los aumentos de plazos y recursos para ejecutar la obra que pide el Consorcio Puente de Chacao, que lidera la coreana Hyundai, se reflotó la polémica que involucró al ex titular de la cartera.
El consorcio quiere un plazo extra de más de dos años y medio (31 meses), y un reajuste en el precio de la licitación por US$200 millones (el contrato se hizo en pesos, por 320 mil millones), todo esto por sobre los US$700 millones que contempló la licitación de 2015.
El nuevo costo ascendería a los US$900 millones, la misma cifra que Bitran objetó en 2006 para luego cancelar el proyecto sobre el canal de Chacao, en la Región de Los Lagos. Consultado por el tema, el ingeniero sostuvo que "el tiempo nos da la razón", y que el costo "va a acercarse a los US$1.000 millones", una cifra que no se ajusta ni a la rentabilidad social del proyecto y que tampoco se condice con la política del actual gobierno "que dice que le gusta la eficiencia y la austeridad fiscal".
"Mi planteamiento es muy simple: como acá hay plazos vencidos y el avance de las obras está muy por debajo de las expectativas, lo único responsable para cualquier gobierno es simplemente hacer cumplir el contrato y no aceptar renegociaciones", recalcó. El plazo de entrega de la obra es durante 2020.