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Aún no corren las 72 horas para su expulsión: La situación en que se encuentra John O'Reilly

Hasta el momento, el 4° Juzgado de Garantía aún no notifica al Registro Civil del cumplimiento de condena por abuso sexual reiterado. Una vez realizado aquello, se activa el plazo para su salida.

13 de Diciembre de 2018 | 10:41 | Por Tamara Cerna, Emol
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O'Reilly en 2014.

El Mercurio.
SANTIAGO.- Solo un paso faltaría para que empiece a correr el tiempo para el sacerdote de Los Legionarios de Cristo, John O'Reilly. Sobre él, pesa un decreto de expulsión que establece un máximo de 72 horas para salir del país, el cual aún no se activa.

A fines de 2014, el religioso fue condenado a 4 años de libertad vigilada intensiva por abuso sexual reiterado a una alumna de seis años del colegio Cumbres. Ya este lunes, Gendarmería informó al 4° Juzgado de Garantía de Santiago el cumplimiento de la condena y, por ende su egreso, el cual fue recibido por el tribunal al día siguiente.

Según explicaron desde la institución penitenciaria, una vez que la sentencia esté ejecutoriada se incorporará la información del condenado a la base de datos de Gendarmería, llevando así un registro del tiempo cumplido.

Y si bien el tribunal en cuestión ya recibió hace un par de días el informe de Gendarmería, confirmaron desde el Poder Judicial, aún no se ha oficiado al Registro Civil para que así pueda activarse la expulsión ratificada en 2017 por la Corte Suprema.

PDI notificaría eventual expulsión


Una vez concretado dicho trámite, explicaron fuentes de Emol, O'Reilly tiene 72 horas para salir del país de manera voluntaria. De no hacerlo, será la Policía de Investigaciones (PDI) quien notificará a la autoridad administrativa para decretar su expulsión.

Pese a esto, al interior de tribunales se considera también la posibilidad de que la defensa del sacerdote presente un recurso de amparo, frenando así su expulsión.

Tras cumplida su pena el lunes, el sacerdote irlandés que en 2008 había conseguido la nacionalidad chilena por gracia, la cual fue cancelada tras la sentencia, se defendió ente Chilevisión: "Una sola cosa, no soy pedófilo, por más que esté en el recuerdo".

Desde la institución carcelaria, señalaron que aquellos que cuenten con la pena sustitutiva de libertad vigilada -como fue el caso del sacerdote- serán supervisados por un delegado, el cual convocará reuniones periódicas para realizar planes de intervención, analizar cambios, evaluar si hay conciencia del delito cometido, y si el condenado está preparado para reincoporarse a la comunidad sin intervención de terceros.
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