Centro Penitenciario Femenino de Santiago.
El Mercurio
SANTIAGO.- El Centro de Justicia y Sociedad del Instituto de Sociología UC en conjunto a la Fundación Colunga y la Fundación San Carlos de Maipo,
presentaron hoy el primer estudio sobre reinserción femenina en Chile, el cual siguió a 225 mujeres que egresaron del Centro Penitenciario Femenino de Santiago a lo largo de su primer año en libertad.
El informe busca aclarar qué es lo que ocurre con las mujeres que estaban privadas de libertad una vez que salen de la cárcel, y qué dificultades particulares enfrentan de acuerdo a su género y contexto. Así lo explica la encargada de la investigación y académica del Instituto de Sociología UC (ISUC), Pilar Larroulet.
"El paso de las mujeres por la cárcel tiene costos sociales que se extienden a sus familias e hijos. Las mujeres han sido olvidadas, no sólo en el ámbito de la intervención, sino además en cuanto a la investigación de los factores que inciden en el desarrollo de sus carreras delictuales", indicó.
Uno de los principales hallazgos del estudio muestra que una vez que las reclusas egresan de la cárcel, vuelven a un entorno carente de oportunidades para la inclusión social y chocan con un Estado ausente. Algo que explicó el Director Ejecutivo de Fundación Colunga, Arturo Celedón.
"Las mujeres privadas de libertad han sido invisibilizadas e ignoradas desde hace mucho tiempo. Tenemos que generar mejores políticas y programas que impacten en ellas y sus familias. Creemos firmemente que trabajando juntos entre el Estado, la academia y la sociedad civil podemos hacer la diferencia", afirmó.
Con respecto a la posibilidad de encontrar trabajo tras estar presas, la directora ejecutiva del Centro Justicia y Sociedad del ISUC, Catalina Droppelmann, postula que les resulta mucho más difícil, ya que "las mujeres que egresan de la cárcel ya cargan con historias laborales precarias, baja escolaridad y escasa capacitación para integrarse a trabajos remunerados, sobre todo a aquellos que son más estables y mejor pagados".
36% De las reclusas ha logrado tener un empleo remunerado
"Los principales afectados son los niños, niñas y adolescentes, no sólo cuando la madre está privada de libertad, sino también cuando mantiene conductas infractoras. Evidentemente, es un factor de riesgo para el desarrollo de conductas problemáticas", argumentó el Gerente General de la Fundación San Carlos de Maipo, Marcelo Sánchez, considerando que el 89% de las entrevistadas señaló ser madre, de las cuales el 70% tiene hijos menores de 18 años.
Algunos datos que entrega el informe
Existe un 83.8% que cree que es importante encontrar trabajo a la salida de la cárcel para su proceso de reinserción. Sin embargo a la hora de llevarlo a la práctica, un 31% declara que ha tenido "mucha dificultad" para buscar trabajo. En la misma línea un 29% señala haber tenido dificultades para obtener dinero y así lograr mantenerse.
Solo un 36% de las ex reclusas ha logrado tener un trabajo remunerado al menos una vez durante el año, lo que no ha implicado necesariamente formalidad y estabilidad.
47%De las mujeres declara haber vuelto a delinquir
A los 12 meses de haber salido en libertad, un 40% de las mujeres presenta síntomas de abuso y/o dependencia de drogas, un porcentaje similar al que existía al salir de la cárcel.
Con respecto a la reincidencia delictual, un 47% de las mujeres declara haber vuelto a delinquir.