SANTIAGO.- El pasado viernes 22 de marzo, el Ministerio Público recibió desde el Vaticano una "respuesta parcial" a la solicitud enviada en agosto de 2018, cuando la fiscalía pidió expedientes canónicos recogidos en el denominado Informe Scicluna, el cual engloba más de 2.300 páginas de testimonios de abusos perpetrados por miembros de la Iglesia en Chile.
La Santa Sede, a través de una carpeta de más de 200 hojas, solo habría entregado información referida a un solo caso investigado por la fiscalía. Ante esto, si bien el director de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradición del Ministerio Público (UCIEX) Antonio Segovia, no dio mayores detalles de aquello, sí señaló esta mañana que "nos llegó una primera respuesta parcial que está todavía en proceso".
"Hay partes de esa respuesta que todavía deben ser traducidas, porque tienen el idioma italiano. Una vez que eso concluya, serán remitidas a la fiscalía regional que corresponda", explicó.
Seguido de ello, Segovia aclaró que "seguimos en contacto permanente" con la Santa Sede a través de Cancillería y la embajada chilena en el Vaticano, "para efectos de que, al más breve plazo, nos pueda entregar una respuesta completa a todos los requerimientos y en la manera más rápida posible".
Confidencialidad
Una de las razones que han esgrimido algunos cercanos a la Iglesia católica es que desde el Vaticano no harían entrega del informe completo ya que esto atentaría contra las víctimas que pidieron expresamente confidencialidad en sus testimonios.
"Aquí hay que tener presente que la información que llega desde un Estado extranjero, en el marco de una investigación, va a una investigación penal que en esencia es secreta para terceros ajenos a la investigación. En consecuencia, no puede ser divulgada".
Antonio Segovia
Consultado sobre si existe un compromiso de la fiscalía de guardar esta reserva, Segovia indicó que "
los temas de confidencialidad son siempre parte de los procesos de cooperación internacional".
"Aquí hay que tener presente que la información que llega desde un Estado extranjero, en el marco de una investigación, va a una investigación penal que en esencia es secreta para terceros ajenos a la investigación. En consecuencia, no puede ser divulgada", recalcó.
De todas forma, aclaró que "hasta el momento el Vaticano no nos ha pedido ninguna cláusula expresa de confidencialidad en la información y nosotros entendemos que el retraso (en la entrega de antecedentes por parte de la Santa Sede) se debe, fundamentalmente, a la alta carga de trabajo que tienen por requerimientos de diversos otros países asociados a casos de abusos sexuales o similares".
