SANTIAGO.- Esta semana llegó a Chile la aerolínea española
Level, la
primera low cost de largo trayecto que operará el tramo entre
Barcelona y
Santiago dos veces por semana. Eso, hasta fines de julio ya que desde el 29 de ese mes la cantidad de viajes subirá a cuatro.
En su presentación participó la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien indicó que la actual competencia en el mercado de las líneas aéreas proyecta un desafío para la cartera en cuanto a la conexión de la ciudad con el Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
"Me alegro mucho por los anuncios que hace Obras Públicas en términos de la mayor infraestructura de aeropuertos y me preocupa también porque eso
me impone a mí una carga fuerte de solucionar problemas de conectividad aeropuerto-ciudad, eso es uno de los problemas que aquejan a la mayor parte de las ciudades en el mundo justamente por el
auge del transporte aéreo", señaló la secretaria de Estado.
Consultado al respecto, el director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), Juan Carlos Muñoz, recalcó que "conectar el aeropuerto con el transporte público es una necesidad de la ciudad, son muchos los viajes de personas que tienen que trabajar en el aeropuerto y muchos viajeros que llegan a la ciudad y aspiran a poder entrar y salir de ella conectándola con transporte público masivo".
"En el caso de Santiago, que es nuestro terminal aéreo más importante, tiene una conexión de transporte público que es bastante débil a través del Centro Puerto y los buses de Tur Bus", añadió.
Para el también profesor de ingeniería en transporte de la UC, la extensión de la Línea 7 del Metro no es una opción viable: "Es poco rentable desde un punto de vista social porque la cantidad de viajes que se realizan no justifican la gran inversión en infraestructura ferroviaria", dijo.
No obstante, explicó que "el aeropuerto está muy bien conectado con autopistas urbanas y está relativamente cerca de algunas líneas de Metro, por lo tanto lo que creo que se podía hacer, sobre todo ahora que estamos llegando la Línea 3 a Quilicura y la 5 a Pudahuel, se podría disponer de buses que salgan desde estaciones y se vayan por las autopistas en forma expedita y que sean adecuadamente dispuestos para poder mover también maletas y equipajes. Creo que se puede y hay ciudades del mundo desarrollado que lo han hecho así".
"El primer camino que tiene que resolverse ahora ya es llegar con buses del Transantiago, no puede ser que en un aeropuerto no haya transporte público estando a la distancia que está".
Franco Basso
Pero el director del centro de Innovación en Transporte y Logística de la UDP,
Franco Basso, tiene una visión diferente: "Eso es una
solución que a mediano plazo se va a quedar corto, nosotros vemos cómo la congestión va aumentando cada vez más en las autopistas urbanas y tener eso como gran solución para resolver el tema del aeropuerto es algo que no va a servir".
"Tenemos que llegar con un método limpio que esté asociado a rieles y eso tiene que ser o la opción del tranvía o la extensión de la Línea 7 (...) me parece más interesante una extensión de la Línea 7 al aeropuerto, considerando precios diferenciados", comentó.
"El tranvía es una buena solución en términos de costos, un kilómetro de tranvía puede costar cerca de un tercio que el Metro y también puede servir para hacer conexiones de otros sectores con los más céntricos", agregó el especialista en transportes.
Muñoz aseveró que "si la Línea 7 llegara al aeropuerto, esa extensión tendría muy pocos pasajeros al día comparado con el valor de la inversión, no se justifican".
Por otra parte, se dio a conocer que el proyecto de un tren ligero al terminal aéreo de la empresa francesa Engie fue declarado de interés público el año pasado por el Consejo de Concesiones del MOP.
Para la iniciativa, que contaría con ocho paradas y podría combinar con la Línea 1, se están realizando los estudios necesarios para llamar a licitación, lo que según la cartera se prevé sea para el 2023.