SANTIAGO.- "Hemos estado haciendo la pega y eso tiene molesto a algunos, muchos comerciantes, que no se dignan a querer acercarse al municipio a buscar si hay posibilidades, y se toman el espacio público principalmente en un sector comercial muy importante que es Meiggs".
Así empieza el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, su relato de lo que está ocurriendo actualmente en el casco histórico de Santiago y que ha gatillado duros enfrentamientos entre la policía y los vendedores ambulantes.
"Ante las constantes fiscalizaciones, ellos sienten que están sobre la ley y su respuesta es la violencia", dijo en
Radio Universo, agregando que "el martes en la noche hicieron barricadas en Ahumada, quemaron contenedores de basura, rompieron locales comerciales y además arremetieron contra la municipalidad, que es un edificio histórico, los vidrios del salón de honor y los vidrios de las oficinas de los concejales, de izquierda, de derecha, de centro, arrasaron con todo".
La autoridad calificó la situación de "compleja" añadiendo que hay panfletos "varios con mi cara, con balazos, que soy un nazi, que yo no estoy abierto al diálogo, cuando no es efectivo".
"Tenemos dos mil permisos precarios en la comuna de comerciantes ambulantes, igual que ellos, que tienen situación de precariedad, que la municipalidad los ha acogido, pero no tenemos espacio para todos, porque además muchos no son de Santiago, son de otras comunas y tenemos zonas que están saturadas completamente", señaló, apuntando a Meiggs, Placer y el casco histórico.
Alessandri aseguró que "tiene que haber un orden, el uso del espacio público determina la ciudad, si uno sale de la estación Bellas Artes y encuentra que hay cochambre, un desorden generalizado, etcétera, la sensación de seguridad baja mucho".
Al mismo tiempo destacó que gracias a las medidas que han impuesto los delitos han bajado. "Con este orden han disminuido los robos con sorpresa, robo con intimidación y las ventas de los locales comerciales establecidos han aumentado considerablemente y ese es el espacio público que nos piden los vecinos".
Relató que tras el episodio del martes, hubo 18 detenidos: 6 mujeres y 12 hombres. "Nosotros los conocemos y ellos no se quieren regularizar. Cuando son extranjeros ni siquiera han concurrido a extranjería a regularizar su situación y sin rut es imposible que nosotros le gestionemos un trabajo".
Recordó que a Santiago vienen dos millones y medio de personas al día y que eso aumenta el interés del comercio ambulante, con los consiguientes problemas. "Nos dan vuelta el aceite de las sopaipillas en la calle, botan los percolados, dejan la mugre. La comida, es cosa de ver las cifras cómo ha aumentado la listeria, el tifus, la hepatitis de la gente que come en la calle", describió.
¿Barrio rojo?
La autoridad además se refirió a otro de los problemas que enfrenta su gestión: el comercio sexual.
"La prostitución es un foco que existe, debajo de mi oficina hay prostitución, en Plaza de Armas se ha minimizado. (…) nunca la vamos a eliminar, es la profesión más antigua", dijo sobre la presencia de prostitutas, prostitutos y proxenetas que también provocan riñas. "Es todo el día, a las 8 de la mañana ya están. ¿Cómo lo hacemos? Cambiando el uso del espacio público", señaló.
En esa línea, consultado por la posibilidad de instaurar un barrio rojo que permita concentrar el comercio sexual en una zona específica, respondió que "lo planteé cuando fui concejal, pero
el barrio rojo es como el vertedero, el relleno sanitario, nadie lo quiere, pero es necesario. Yo soy partidario, pero ¿dónde lo instalamos? Nadie lo quiere".
"¿En Santiago, dónde? Si podemos buscar a nivel de Región Metropolitana, no es solución definitiva, pero es un tema que podemos explorar", dijo sobre la problemática que significaría definir su ubicación.
"En la vida privada de ella gente yo no me meto, pero lo que sí el deterioro del espacio público, los señoritos, estos caballeros que se ponen acá en la Plaza de Armas, eso sí afecta la seguridad y están siempre relacionado al micro tráfico. Hay peleas entre ellos, es un tema que ojalá lo podamos empezar a correr como ocurrió en (calle) San Antonio", lamentó.
