SANTIAGO.- "El fuego amigo hace daño", dijo hace exactamente una semana la ministra Secretaria General de Gobierno, Cecilia Pérez, reconociendo de esa forma que la salida del ahora ex intendente del Biobío, Jorge Ulloa, se habría gatillado por la mala relación que la autoridad habría tenido con los partidos de Chile Vamos.
El llamado de la vocera de La Moneda reafirmó la postura que un día antes planteó su par de Bienes Nacionales, Felipe Ward, quien advirtió en entrevista con El Mercurio que "los segundos años de gobierno son siempre complejos. Aquí empiezan los inviernos políticos. Es necesario cuidar el fuego amigo y reducirlo al mínimo".
No obstante, pese a los llamados realizados por los ministros e incluso por el propio
Presidente Sebastián Piñera, quien en la última cita con parlamentarios oficialistas les pidió "lealtad", esta semana se reactivaron las críticas en contra de miembros del Ejecutivo, en medio de las dificultades del Gobierno por mejorar en las encuestas y reviviendo los momentos de tensión vistos en su primer mandato.
"Si hiciera un cambio de gabinete, cambiaría a la ministra de Energía. Yo creo que lo que hicieron con los medidores es impresentable", dijo el martes pasado el senador de RN, Manuel José Ossandón, en la que fue la primera crítica directa y pública de un legislador de Chile Vamos en contra de Susana Jiménez.
Y este fin de semana, los diputados UDI, Juan Manuel Fuenzalida y Celso Morales, se sumaron a los reproches y pidieron la renuncia de la secretaria de Estado, apuntando a que alguien debía "asumir la responsabilidad política por descoordinación y falta de comunicación" en la polémica por medidores inteligentes.
Las críticas hacia Jiménez fueron recibidas con molestia por el resto de la coalición. Mientras la la líder de la UDI,
Jacqueline van Rysselberghe, dijo que entender "la molestia de los diputados porque ha habido errores, pero no soy amiga de pedir renuncias de esta forma", posición que fue replicada su par de RN,
Mario Desbordes.
"Es un error estar pidiendo la salida de un ministro por la prensa y sobre todo por una coyuntura, sin mirar todo lo que está haciendo es un error doble, porque ella está haciendo un buen trabajo en un ministerio complejo. No estoy de acuerdo con lo que están planteando, claramente esto es parte del fuego amigo", dijo el diputado a Emol.
Otros hechos y sus protagonistas
Sin embargo, el propio líder de RN hizo una advertencia, ya que a su juicio "tampoco se puede pretender que a un ministro uno no le pueda hacer ninguna crítica, porque la ciudadanía no es tonta y evidentemente se cometen errores y a veces uno desde el punto de vista constructivo o siendo franco también puede hacer alguna crítica".
De hecho, fue el propio Desbordes quien protagonizó uno de los episodios más serios de "fuego amigo", cuando se enfrentó a La Moneda por la salida del ex ministro de Cultura, Mauricio Rojas, y cuando lamentó que no veía en el Ejecutivo "ese giro copernicano que se iba a producir en la seguridad ciudadana".
Antes, a pocos días de que Piñera cumpliera 100 días en el poder, el senador Francisco Chahuán (RN) fue el que dio la primera alerta de reproches internos en el oficialismo, cuando criticó en duros términos al Gobierno por una "lenta" instalación e incluso dijo que el Mandatario "no entendía los problemas".
El parlamentario también exigió la salida de la ex ministra de Cultura, Alejandra Pérez,
"La debieron haber hecho salir a patadas de este Gobierno", dijo, abriendo una enrome polémica por sus dichos. Al final, tuvo que pedir disculpas, pero la secretaria de Estado finalmente dejó su cargo.
Otro miembro que fue objeto de críticas fue el subsecretario de Desarrollo Regional, Felipe Salaberry, quien fue acusado por los diputados de RN, Diego Schalper, Camila Flores y Aracely Leuquén, de no facilitar el diálogo y le exigieron que "no trabaje por un partido en particular", en referencia a su militancia UDI.
Otro tema que generó roces fue el impulso que le dio el Gobierno a temas valóricos como identidad de género y adopción homoparental, los cuales fueron ampliamente criticados, sobre todo desde la UDI. A ello, se sumaron los dichos del ex ministro Rojas sobre el Museo de la Memoria, lo cual dividió a la coalición.
"Lo único que pido es que tratemos de discutir esas diferencias con inteligencia, con buena voluntad, al interior de la coalición y no salir a incendiar la pradera cada vez que hay una diferencia", pidió el propio Presidente a los líderes de los partidos, luego de ocurrir esos episodios en agosto del año pasado.
El hecho más reciente fue protagonizado por el senador de RN y ex precandidato presidencial,
Manuel José Ossandón, quien defendió su derecho a discrepar sobre el rumbo que toma el Gobierno. En ese contexto, el 15 de marzo pasado, el parlamentario lamentó los "errores de estrategia" que a su juicio ha cometido el jefe de Estado.
Su critica fue recibida por Piñera, quien pidió a los legisladores de Chile Vamos mayor "lealtad" tras conocer los dichos de Ossandón. La reacción del gobernante molestó al senador: "Bueno, tendrá que tomarse un diazepam, si la cuestión es clara. Yo voy a decir la verdad, la verdadera lealtad es advertir las cosas en forma constructiva, porque ahí no hay nada destructivo".
Días después, luego de que la vocera de La Moneda reafirmara el llamado del Mandatario, el ex alcalde de Puente Alto insistió diciendo que "me carga la palabra 'fuego amigo', porque es una palabra que inventaron en Piñera I para que cualquier persona que tuviera una opinión distinta lo atacaban".