SANTIAGO.- Pasada las 09.30 horas comenzó el movimiento en el
concejo municipal de Vitacura. En medio de los problemas de convivencia entre vecinos y centros nocturnos, esta mañana los ediles sometieron a votación si renovar o no las patentes de alcohol a los cuatro recintos emplazados en la zona que generaban mayores dudas respecto a su aprobación.
Por ello, los ojos de los locatarios de Palominos, Lucas Bar, Platinum y Badabing estuvieron puestos en lo que sucedía en la sede del municipio.
La situación de éstos en principio se resolvería hace dos semanas (12 de junio) cuando el concejo votó la renovación de 223 patentes de la comuna, pero se determinó postergar la de los mencionados para revisar detalladamente que estén cumpliendo con todas las exigencias.
Así, tras una hora y media de deliberación, este miércoles se optó finamente por permitir la venta de alcohol en dichos cuatro recintos por otros seis meses, período en el que las patentes son renovadas en Vitacura.
De acuerdo a lo informado a Emol quienes conocieron el proceso, la votación no tuvo el nivel de división en comparación a la de diciembre pasado, cuando tuvo que intervenir el alcalde Raúl Torrealba, quien entregó su voto a favor para zanjar la discusión a raíz de locales que generaban mayor rechazo.
En el caso de Platinum, Lucas Bar y Palominos -del total de los seis concejales que participaron- hubo cinco votos a favor y uno en contra para aprobar su renovación, mientras que en Badabing Club, el cual causa mayor diferencias entre los ediles, éste se visó con tres votos a favor, dos en contra y una abstención.
Polémica por Badabing
Esto último, para el concejal Cristián Araya (UDI) -quien fue el único que votó en contra de todas las renovaciones- es polémico, ya que en el caso del Badabing "solo tres concejales aprobaron la renovación de esta patente (Badabing), lo que a mí entender no da la mayoría suficiente para poder aprobar la renovación".
"Por lo tanto, debió haber sido rechazado, por lo que he solicitado un pronunciamiento oficial de parte del municipio para dilucidar esto", recalcó, agregando que en el Badabing "la Dirección de Obras fue a fiscalizar en dos oportunidades y no pudieron acceder. Tiene un historial de obras disconformes".
Durante la discusión de los cuatro night clubs en cuestión, explicó Araya, "tuvimos a la vista informes de la Dirección de Obras, de seguridad y de patentes. Se pusieron varios antecedentes sobre la mesa respecto a situaciones irregulares en la línea de la dirección de obras, junto al pronunciamiento desfavorable de la junta de vecinos de reclamo a locatarios".
"Solo tres concejales aprobaron la renovación de esta patente (Badabing), lo que a mí entender no da la mayoría suficiente para poder aprobar la renovación. Por lo tanto, debió haber sido rechazado".
Concejal Cristián Araya
"Frente a todos estos antecedentes yo voté en contra de las cuatro renovaciones de patentes, lamentablemente en tres fui el único disidente, pero hubo una cuarta -en el caso de Badabing- donde la concejal (Luz) Pacheco me apoyó", añadió.
Para Araya, con estos resultados, "evidentemente hay una desconexión entre lo que piden los vecinos y el pronunciamiento de mis pares concejales (...). Hay que tomar una definición respecto a qué comuna queremos proyectar: una residencial para las familias o una donde tienen cabida estos locales".
"No hay peor ciego que el que no quiere ver. Aquí hay un problema y lamentablemente muchos prefieren mirar para el lado", concluyó.