SANTIAGO.- "Sin duda es una frase desafortunada, el propio subsecretario se ha dado cuenta y ha pedido disculpas", aseguró este jueves la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, cuando la presión de la oposición y de parte del oficialismo se concentraba en una figura que ya tenía en su historial polémicas anteriores: la del ahora ex subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo.
La "frase desafortunada" fue emitida en Coyhaique, en una entrevista radial. Dijo que los pacientes acuden al consultorio temprano porque "no solamente van al médico sino que es un elemento social, de reunión social". El contexto eran las largas esperas en los recintos.
Los dichos fueron calificados como "incomprensibles, agresivos y burlescos" por el presidente de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Ricardo Celis (PPD), pero además recibió el rechazo transversal de toda la oposición, desde el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana.
La falange había pedido en reiteradas ocasiones su renuncia por la presunta vinculación con el ocultamiento de información en la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva, un constante punto de tensión entre el partido y el Gobierno, que cada cierto tiempo volvía a resurgir.
Esta vez, las críticas vinieron hasta desde la coalición del propio Gobierno. "No puede seguir en el cargo", dijo el diputado RN Jorge Durán. Para su par en la colectividad, Andrés Celis, los dichos fueron "la gota que rebasó el vaso".
Finalmente, en horas de la tarde del mismo jueves, el Gobierno confirmó que había aceptado la renuncia de Castillo. Fuentes cercanas a la ex autoridad admitieron que era una decisión que se venía reflexionando hace semanas. Con la renuncia del médico se abre el análisis: ¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron con su salida del tablero?
La DC (pero dentro de la oposición)
"Castillo logró lo imposible, que era unir en una sola declaración desde la DC al Frente Amplio", asegura a Emol el director del Centro de Análisis Político de la U. de Talca, Mauricio Morales. "Entre los que ganan está claramente la oposición completa".
Dentro de la oposición, es especial el caso de la DC, que tenía problemas declarados con la figura de Castillo. Al respecto, Morales aclara que no se le puede arrojar el triunfo. "Si a Castillo lo hubiesen sacado por el caso Frei, habrían sido ganadores exclusivos, pero no lo sacaron por eso sino por estas declaraciones", explica.
"El 'beneficio' que existe por la salida de Castillo se reparte en parte iguales entre todos los partidos de la oposición e incluso en algunos de Gobierno, pero para la DC es más bien una derrota, una humillación"
Mauricio Morales
"El 'beneficio' que existe por la salida de Castillo se reparte en parte iguales entre todos los partidos de la oposición e incluso en algunos partidos de Gobierno, que salieron a criticar sus declaraciones, pero para la DC es más bien una derrota. Siendo un poco más explícito, es una humillación hacia la DC, porque Castillo debió haber salido por el caso Frei", añade.
Para el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker, la DC sí comparte una cuota del triunfo. "De una forma extraña, porque Castillo finalmente no sale por las razones que estaban pidiendo sino que, por una torpeza, pero indirectamente ellos ganan", asegura.
"Y eso va a ser un tema interesante, porque despeja uno de los puntos fundamentales que estaba amenazando la convivencia entre la DC y el Gobierno", agrega.
El ministro nuevo
Para Bunker, hay un ganador claro: el ministro Jaime Mañalich, recién retornado a la cartera después de su paso por Salud durante el primer gobierno de Piñera. "Ahora tiene menos rivalidad, porque Castillo era un actor protagonista al que venían pidiéndole la cabeza desde el sistema político hace varios meses", argumenta.
"Para cualquier ministro que llega, que se está tratando de empoderar, eso es un problema, porque le gustaría tener un poco más de influencia en elegir las personas con las cuales trabaja", señala.
En efecto, Mañalich ya había hecho notar su malestar con respecto al ahora ex subsecretario. "Evidentemente es un obstáculo y una carga adicional", dijo el domingo pasado con respecto al hecho de que las comisiones de la Cámara y el Senado tuvieran vetada su presencia.
Con él concuerda la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, Mireya Dávila, quien asegura que es también un triunfo para el ministro debido a quien asume como nuevo subsecretario: el ingeniero Arturo Zúñiga, una persona señalada por cercanos a Mañalich como "de su confianza".
Morales también lo piensa. "Gana porque a pesar de que Castillo venía siendo cuestionado, el Presidente no lo había querido sacar. Ahora, por una cuestión mucho menor en comparación a las acusaciones que había hacia él por el caso Frei, Castillo sale de inmediato", explica. "Lo que uno infiere es que Mañalich tuvo una incidencia en la decisión".
Coletazos para el Gobierno
Los tres analistas concuerdan en algo: el mayor perdedor con la salida de Castillo es el propio Gobierno. Para Dávila, se debe a que la salida se precipitó por algo que podría haberse evitado fácilmente o por "una tontera".
"Los perdedores no son necesariamente los partidos de Gobierno, porque el rechazo a las declaraciones fue transversal, sino que el que queda dañado es el propio Gobierno", señala Morales. "Castillo era un vocero oficial e hizo esas declaraciones".
"Si Castillo iba a salir igual, Piñera lo pudo haber usado como una ficha de cambio mucho antes. Da la impresión de que se demoró mucho en hacer algo que iba a pasar de igual modo"
Kenneth Bunker
"En este caso, el Gobierno paga todos los costos y la oposición se lleva todo el beneficio", añade, aclarando que la única excepción es el caso personal del ministro Mañalich, a quien el nuevo escenario sí le favorece, aunque eso no implique que sea una mejora para el Gobierno en general.
Bunker personaliza el costo. "También pierde Piñera", apunta. "Da la sensación de que no hizo el cambio a tiempo, porque es un cambio que se pudo haber pensado un poco más. Es un cambio que estaba pedido, y Piñera no lo sacó", dice.
"El Presidente pudo haber mejorado las relaciones con la DC un poquito antes. Si Castillo iba a salir igual, lo pudo haber usado como una ficha de cambio mucho antes. Da la impresión de que se demoró mucho en hacer algo que iba a pasar de igual modo", concluye.