SANTIAGO.- El exministro del Interior del primer gobierno de Sebastián Piñera y actual gerente legal de la empresa Quiñenco, Rodrigo Hinzpeter, entregó inéditos detalles del reciente jueves en que él y una comisaría en Huechuraba se convirtieron en destinatarios de un paquete explosivo que contenía 100 gramos de dinamita. Una tarde, que él mismo relata, pudo haber sido el día de su muerte, pero "afortunadamente, no lo fue".
Según consigna La Tercera, el abogado había llegado el día anterior a Chile desde Europa, por lo que las primeras horas del jueves estuvieron marcada de cuantioso trabajo en la compañía del Grupo Luksic: "Tuve distintas reuniones y solamente producto de haber tenido una mañana bastante frenética y agitada no abrí la caja, pero sí la vi en el escritorio de mi secretaria. De hecho, en algún minuto pensé abrirla, pero por alguna circunstancia fortuita y providencial me distraje y se me olvidó que la iba a abrir", señaló Hinzpeter al medio.
Tras participar de esas reuniones, continúa, se iba retirando para almorzar con sus compañeros cuando su secretaria le señaló que le había llegado correspondencia en la mañana. Hinzpeter le solicitó que se la dejara al interior de su oficina, para abrirla cuando llegase. Allí fue cuando se comunicaron con él: "Cuando estaba almorzando, me avisaron desde La Moneda que se había producido la explosión de Huechuraba y que también habían logrado identificar en Correos que el mismo remitente, que era un nombre falso, había mandado también un paquete a nombre mío. Cuando volví al edificio, ya estaba evacuado y con el Gope adentro", describe.
Y es que el jueves pasado el mediodía, el general de Carabineros informó que ocurrió "
un procedimiento de artefacto detonado explosivo al interior" de la 54° comisaría de Huechuraba. Hecho que dejó a cinco carabineros heridos, fue mayoritariamente condenado por el mundo político y que impulsó al Mandatario a querellarse por
Ley Antiterrorista.
En esta línea, Hinzpeter cuenta que enterarse de esta noticia y de haberse vuelto protagonista de ella le generó una sensación "estremecedora e incomprensible, mucho más difícil de digerir que una amenaza que dice ‘te voy a disparar’". Revocando, a la vez, los mensajes de odio que recibió entre 2011 y 2014 cuando ejerció como secretario de Estado.
"Pensaba que el 25 de julio del 2019 pudo haber sido el día de mi muerte", enfatizó.
Cuenta por lo demás, que si bien le costó quedarse dormido aquel día, durmió bien. Que fue "bien fuerte" imaginarse su propia muerte y que no tiene "una buena razón" para explicar por qué se salvó. "La verdad es que es una cuestión que afecta severamente la vida cotidiana (...) es triste lo que pasó, me siento sacudido y no se lo deseo a nadie".