Hasta ahora, son seis las víctimas fatales identificadas tras el derrumbe de una vivienda en el
cerro Bellavista de Valparaíso, hecho ocurrido el pasado martes.
Las dos primeras fallecidas fueron
María Rodríguez, de 82 años, y su hija Mónica Bruna Rodríguez de 53. Ellas eran las que vivían en el domicilio que colapsó. De acuerdo a familiares, prontamente se iban a mudar de ahí.
Junto con ellas, ayer jueves las autoridades entregaron las identidades de las otras cuatro personas que fueron rescatadas desde los escombros.
Se trata de dos ciudadanos venezolanos, una madre de tres hijos y otro joven. Todos amigos, se juntaron para celebrar un cumpleaños y todos ellos además tienen en común que trabajaban en restaurantes de la ciudad porteña. Incluso, dos de ellos eran pareja.
Francisca Muñoz, de 31 años, se reunió con su novio
Carlos Mendoza, de 20. Ella, de acuerdo a El Mercurio de Valparaíso, era viuda y tenía tres hijos, de 12, 10 y 7 años. Con el joven venezolano llevaba una relación sentimental hace muy poco.
De hecho, ayer jueves Mendoza estaba de cumpleaños y ese fue el motivo por el que se reunieron en la escalera Pasteur. También llegó el venezolano
Eduardo Flores Gutiérrez (18) y Enzo Martínez (18). Los tres trabajaban en el restaurante Patrimonio Porteño, que es propiedad del padrastro de Martínez.
"Menos mal que no estaban todos, porque eran 10 personas las que se juntaban. Siempre se juntaban en sus casas a jugar Playstation, andaban siempre juntos", explicó Adolfo Suárez, dueño del restaurante al citado medio.
Sus conocidos relatan que Carlos Mendoza y Eduardo Flores llegaron a Chile buscando una mejor vida para ellos y para ayudar a sus familias, pero la tragedia truncó sus caminos.
"Al Eduardo le gustaba la música y su nombre artístico era Seven, le gustaba el Trap y siempre hablaba de salir adelante. Él y Carlos tenían todas las ganas de surgir, se las buscaban por un lado, por otro, eran muy trabajadores y llegaron a Chile arrancando de la situación complicada de su país, estaban mal allá y buscaban un mejor futuro, tenían el sueño de volver algún día", dijo Carlos Silva, amigo de ambos.