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Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Chile se refirió a la agresión que sufrió el pasado 24 de septiembre una de sus alumnas mientras se encontraba en clases al interior del campus Juan Gómez Millas.
Se trata de Polette Vega, integrante de la Centro Derecha Universitaria, quien aquel día fue encarada por un grupo de compañeros que rechazaban su presencia dentro de la sala, y quienes incluso le lanzaron un vaso de agua en la cabeza.
A raíz de esto, el departamento señaló que "reconocemos las acciones implementadas por esta casa de estudio, orientadas a fomentar la sana convivencia de su comunidad con el fin de evitar la reproducción de actos de violencia, intolerancia, discriminación, polarización y autoritarismo, fenómenos que no contribuyen a la construcción y desarrollo de un país democrático".
Agregó que "el departamento nunca ha tomado decisiones unilaterales que no sean conversadas y acordadas con las partes involucradas. Cabe decir que eso implica reconocer que la búsqueda de formas de resolución de conflictos, no pasa por la marginación de ningún/a estudiante de nuestra casa de estudios ni de las clases, ni petición alguna que vulnere sus derechos estudiantiles. Si esto ha sucedido ha sido precisamente bajo la petición expresa de las personas afectadas".
La oficina que forma parte de la facultad de Ciencias Sociales de la casa de estudios subrayó que "no avalamos los hechos de violencia en los que se han visto involucrados nuestros estudiantes", y lamentó que "este hecho aislado tensione a nuestra comunidad educativa
y al clima de convivencia entre los estudiantes".
El incidente en cuestión fue destapado la jornada de ayer y se suma a otra agresión que sufrió Vega en junio de este año, quien acusa que haber sido atacada por su tendencia política. El hecho generó repudio generalizado en el mundo político e incluso la Superintendencia de Educación Superior tomó cartas en el asunto y anunció la apertura de un proceso administrativo de mediación.
"Invitamos a la comunidad universitaria en su conjunto a resguardar los principios que históricamente han definido el espíritu de la Universidad de Chile, a mantenernos abiertos a resguardar los principios democráticos y de veracidad que nos guían y a restaurar la convivencia y las posibilidades de encuentro entre estudiantes. Esto implica también reconocer los continuos esfuerzos que como comunidad hemos llevado a cabo para poder posibilitar una justicia restaurativa adecuada que se relacione a la vez con la garantía de un debido proceso", concluyó el comunicado del Departamento de Trabajo Social.
