Hasta antes del inicio de la crisis social que estalló en Chile, el presidente de la DC, Fuad Chahín, sacaba cuentas alegres sobre el "reposicionamiento" de su partido, luego de lograr influir con sus posturas y conseguir sendos acuerdos con el Gobierno en materia tributaria y previsional en la Cámara de Diputados.
De hecho, tres días después de la jornada en que comenzó el movimiento social, la colectividad tenía programado un encuentro en el que se daría inicio a una nueva estrategia política con miras a las elecciones municipales y de gobernadores regionales del próximo año,
la cual apuntaría a retomar los vínculos con la centroizquierda.
Sin embargo, todo ello quedó suspendido ante la magnitud de la protesta, obligando a la directiva y a los parlamentarios DC a reiniciar el diálogo con el Ejecutivo con miras a concretar los cambios exigidos por la gente. El acuerdo que permitió el avance de la reforma tributaria y de pensiones
liderado por Chahín estaba en entredicho.
La decisión del Presidente Sebastián Piñera de realizar un cambio de gabinete reafirmó ese hecho. El nuevo ministro de Hacienda, Ignacio Briones, asumió con el mandato de revisar las reformas clave del Gobierno y en esa tarea, los senadores del partido –en su mayoría opositores a la mesa de la colectividad- tomaron ventaja a la hora de negociar.
El secretario de Estado decidió iniciar las conversaciones con ambas partes. El líder de la DC le hizo llegar sus propuestas, pero en paralelo abrió diálogo con la comisión de Hacienda del Senado, integrada por los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD), Carlos Montes (PS) y Jorge Pizarro, uno de los líderes de la disidencia a Chahín.
"Esto marca un antes y un después en las conversaciones con el Gobierno"
Fuad Chahín, presidente DC
Este martes, los legisladores
llegaron a un preacuerdo con el jefe de las finanzas fiscales en dos aspectos. Primero, separar la reforma previsional para acelerar el aumento de las pensiones en el pilar solidario y segundo, un consenso en materia tributaria para poner fin a la reintegración del sistema e incluir elementos progresivos.
En ese punto, incluyeron un impuesto a las propiedades con avalúo fiscal superior a los 200 millones de pesos: Es decir, un gravamen a los "más ricos", como explicó el propio jefe de las finanzas fiscales. Sin embargo, los detalles fueron rechazados por el líder de la DC, quien los calificó como "publicidad engañosa" este miércoles.
"Esto marca un antes y un después en las conversaciones con el Gobierno", dijo el timonel, evidenciando su molestia por la decisión de La Moneda de desestimar sus propuestas y pactar con Pizarro y los otros senadores, en circunstancias que la reforma tributaria y la previsional no hubieran avanzado sin su apoyo y el de los diputados.
Los argumentos de la mesa y la disidencia
Respecto a la determinación de separar la reforma de pensiones, Chahín explicó que con ello se postergarían los cambios a las AFP, y que el acuerdo tributario "es un maquillaje", advirtiendo que el impuesto a las propiedades afectaría a la clase media. "Se usó un bonito título, impuesto a los súper ricos. Es publicidad engañosa”, dijo.
"Los más ricos no tienen su patrimonio en propiedades, sino en el mercado de capitales. Eso es reírse de la gente, no les va a hacer ni cosquillas a los súper ricos. Los grupos económicos deben estar celebrando, mientras esto lo pagará la clase media", sostuvo.
Dicho eso, no escondió su disgusto y apuntó a Pizarro.
"La Moneda prefiere como interlocutor a Pizarro. Y él no es militante DC", señaló, recordando que el parlamentario tiene suspendida su militancia debido a la investigación que se inició en su contra en el marco del caso SQM.
En la Cámara Alta, el timonel consiguió el apoyo de Ximena Rincón y Carolina Goic. La primera desconoció el acuerdo y la segunda compartió sus conceptos. "De lo que hemos conocido, es completamente insuficiente respecto de recaudar desde los que tienen mayores ingresos, o sea los súper ricos", indicó la ex candidata presidencial.
La respuesta de Pizarro no tardó en llegar y recalcó que "esta nueva propuesta cambia absolutamente todos los objetivos presentada por Piñera y el exministro de Hacienda, Felipe Larrain. La propuesta anterior contenía la reintegración. Es decir, regalarles US$ 803 millones a los sectores más ricos del país".
"Eso es lo que aprobó la Cámara de Diputados y el presidente de la DC, Fuad Chahín. Eso para promover reinversión. En cambio, este proyecto nuevo busca recaudar más ingresos para financiar la agenda social, de la que hemos insistido hasta el cansancio que apunta a mejorar las pensiones, la salud y la seguridad ciudadana", dijo.
De acuerdo al senador, "la diferencia aquí es que se le cobra impuestos a los más ricos, mientras que
en la propuesta de Chahín se le regalaban US$830 millones a los más ricos. Esa es la verdad y el fondo del asunto".
En cuanto a las críticas por su militancia, indicó que "yo actué en representación de la bancada. Este acuerdo cambia los objetivos del Gobierno, y los que dicen cosas distintas, es porque se habrán dado cuenta de que la negociación en la Cámara fue un error".
Su postura recibió el respaldo del senador Francisco Huenchumilla, quien afirmó que "hay gente que no le gusta perder (…) tienen que comprender los diputados que patrocinaban el anterior acuerdo con el gobierno, que se cayó porque significaba favorecer a los más ricos de Chile".
"El Gobierno tiene que conversar en cada instancia con la cámara respectiva. Cuando el proyecto está en la Cámara conversa con los diputados. Cuando está en el Senado, con los senadores. Y la negociación se hace con los senadores de la comisión de Hacienda. De esta manera, el Gobierno ha usado el camino institucional", defendió.