SANTIAGO.- Esta mañana en conversación con Tele13 Radio, el empresario y presidente de Sofofa, Bernardo Larraín Matte, se refirió a sus expectativas en cuanto a la clase política para solucionar los problemas de violencia e incertidumbre que enfrenta el país a raíz del estallido social del 18 de octubre.
Esto, además, en el contexto de una carta firmada por él y otras 35 personalidades en la que plantean el establecimiento de un consejo económico y social.
"Es un imperativo ético que el Estado sea mucho más eficiente y que focalice su acción en, realmente, las prioridades que demandan los chilenos", manifestó el empresario, por lo cual planteó la necesidad de una agenda social de largo plazo, otra de crecimiento económico y una agenda de fortalecimiento y modernización institucional.
Larraín apuntó a que hoy los intereses propios de las instituciones no debiesen ser el foco, ya que "en Chile lo que está en juego es bastante más básico: es la democracia representativa, es la capacidad de que las personas puedan circular libremente por las calles, ir a su trabajo, y cuando uno habla de esas cosas tan básicas, el derecho a la paz, la necesidad de responder a sentidas demandas sociales, cuando uno habla de esas cosas tan básicas, hay muchas personas que están en el mismo barco", señaló.
La carta, publicada hoy en El Mercurio, titulada "Un camino posible", parte señalando que "escuchamos un clamor nacional muy fuerte por la paz y por una agenda social que responda a las sentidas demandas ciudadanas. No nos mueve ninguna agenda personal, ninguna ambición política, sólo el amor por Chile y por su gente. Es la ciudadanía la que hoy se manifiesta por paz, oportunidades y dignidad".
"Es un imperativo ético que el Estado sea mucho más eficiente y que focalice su acción en, realmente, las prioridades que demandan los chilenos"
Bernardo Larraín
Sin embargo, manifestaron que observan "con preocupación" el debate nacional que no ha permitido priorizar temas como el fin de la violencia, el proceso constituyente o un "pacto por la dignidad". Pero "la ética de la responsabilidad nos conmina a decir que las legítimas y sentidas demandas (...) requieren ser procesadas con tiempo, para auscultar cómo se vinculan esas demandas con las inquietudes, temores y dolores de las chilenas y chilenos; así como para propiciar respuestas con sustentabilidad de largo plazo. Es por eso que se requieren agendas de corto, mediano y largo plazo", aseguraron los firmantes.
"Consejo Económico y Social"
En esa línea, los firmantes propusieron al Gobierno y a la clase política la conformación de "una instancia como un Consejo Económico y Social, que éste se institucionalice y proponga con urgencia agendas de corto, mediano y largo plazo".
La primera agenda, propusieron, tendría dos acciones primordiales. Primero, "respetando los derechos humanos, aumentar las capacidades del Estado para enfrentar el desborde
violento", y segundo, responder demandas sociales que han sido postergadas, como petitorios en salud y pensiones.
A mediano plazo, se debería trabajar en, primero, "hacerse cargo de la reestructuración de Carabineros y sensibilización en temas de derechos humanos", y luego "efectuar propuestas para
modernizar el Estado y hacer más eficiente el gasto público para que realmente
se traduzca en programas y servicios de calidad para los ciudadanos".
36personas de distintas áreas firmaron la carta "Un camino posible".
Mientras que a largo plazo, este consejo "debería proponer una hoja de ruta creíble
que integre una agenda para reestablecer una senda de crecimiento sustentable,
liberar la fuerza del emprendimiento, pensar en nuevos sectores que se debieran
potenciar en nuestro país para diversificar la economía y trabajar en el fortalecimiento y legitimación de nuestras instituciones y de nuestra
democracia, incluyendo la creación de una nueva Constitución, si es que esa es
la decisión de las chilenas y chilenos en el plebiscito".
Larraín en tanto explicó que la propuesta de un eventual Consejo Económico y Social se ha aplicado en distintos países en momentos de crisis "como una manera de canalizar un diálogo institucionalizado, y le doy mucha importancia a esa palabra para que se diferencie de las múltiples mesas de trabajo o comités, que muchos ciudadanos lo ven con cierto escepticismo".
Respecto a quién debería conformar esta instancia, el presidente de la Sofofa indicó que deberían haber personas de distintas áreas, como la del trabajo, empresaria, la sociedad civil, de la cultura, las ciencias, entre otros, pero dejando de lado las representaciones "por instituciones centralizadas". Así, se debería asegurar "cierta pluralidad y una cierta libertad para asumir costos en sus respectivos sectores y para ceder", manifestó Larraín.
"Lo fundamental es que esto tenga una conducción, una metodología, un proceso para llegar a ciertos mínimos comunes", aseguró, por lo que es el Gobierno quien debiese hacer una convocatoria de este tipo.
Tres capas
Finalmente, el empresario explicó que este consejo debería funcionar en tres capas distintas:
Primero, una capa que conduzca y convoque, y que finalmente sea la receptora de los resultados de la instancia, "que es básicamente política (parlamento, ejecutivo, oposición y oficialismo)", explicó.
Luego, una segunda capa que "es básicamente la que hace el trabajo. Yo la percibo como una capa donde hay personas que si bien son representativas de sus respectivos mundo, tienen mucha libertad para ceder. Tienen menos restricciones -por así decirlo- institucionales que le imponen normalmente una central de trabajadores o un gremio empresarial", detalló.
Y la tercera, correspondería a la asesoría técnica, como centros de estudios y universidades "porque obviamente que el trabajo que haga este mundo de personas tiene que tener el respaldo técnico, el rigor, la evidencia para que realmente salga bien", dijo Larraín.