SANTIAGO.- Más de un mes alcanzó a estar en prisión preventiva el cabo segundo del Ejército, Juan Carlos Reyes Araneda, quien fue formalizado en octubre por el fallecimiento de José Miguel Uribe, el joven de 25 años que falleció tras el estallido social por un disparo en Curicó.
Aquello, sin embargo, cambió este miércoles, luego que, tras la realización de una serie de diligencias, la fiscalía estableciera que no había sido él el responsable, sino un civil que el mismo día del fallecimiento de Uribe disparó a distintas personas en el sector, y por lo que ya se encuentra en prisión preventiva. Dicho sujeto, ya fue formalizado.
Ante el Juzgado de Garantía de Curicó, los fiscales del Maule Miguel Gajardo y Jaime Rojas, explicaron que dicho día, el 21 de octubre, el militar viajaba junto a un contingente del Ejército, por carretera 5 Sur con destino Santiago, cuando, a la altura del acceso a Curicó, debieron detener el tránsito ya que el camino estaba interrumpido por manifestantes.
Reyes, agregaron, descendió del vehículo, portando armamento con munición de fogueo y guerra. Según el mismo cabo reconoció, en el lugar vio a protestantes tirarle piedras, procediendo, ante ello, a disparar munición de fogueo. Fue cuando escuchó dos ráfagas de tiros, agregó, que creyó que su vida estaba en peligro, disparando munición de guerra al aire.
Desde el ente persecutor criticaron que fuese el cabo el único que utilizara dicha munición, mientras que el resto solo utilizara fogueo, reformalizándolo por disparo injustificado de arma de guerra. En tanto, su defensa defendió el contexto y que ninguna persona resultó lesionada.
Si bien el Ministerio Público pidió por ello su arraigo y arresto nocturno, el tribunal revocó su prisión, y decidió dejarlo sin ninguna cautelar. Esto, no sin antes indicar que "es importante tener en consideración el contexto en que se efectúan estos disparos", y que, de manera preliminar, "sí existiría una justificación para la conducta efectuada por el imputado".