Proceso de vacunación (imagen referencial).
Aton
Una de las dudas más recurrentes de este último tiempo es cómo continuará el proceso de vacunación en el país respecto a las dosis de refuerzo, especialmente en la que sería la quinta dosis de la vacuna contra el covid-19.
Tal como lo han señalado anteriormente las autoridades de salud, la decisión depende en gran parte de cómo se observe el comportamiento de la última dosis aplicada, en este caso, de la cuarta, que actualmente protagoniza el calendario de vacunación. Y la evaluación, hasta ahora, es positiva.
Según lo que hasta ahora ha analizado el Comisión Nacional de Respuesta Pandémica (CNRP) y el Consejo asesor en Inmunizaciones, "a los cuatro meses y medio de seguimiento de población con cuarta dosis, se ve que la protección sigue siendo muy alta, cosa que no se vio tan claramente con la tercera dosis, donde a los cuatro o cinco meses ya se veía una disminución de la inmunidad", afirmó Cuadrado a Radio Universo.
¿Por qué ocurre esto? En primer lugar, explicó la autoridad, porque la población chilena ha recibido -en su mayoría- distintas vacunas o "esquemas heterólogos", los que generan distintos estímulos al sistema inmunológico, lo que hace que la respuesta "sea más intensa y duradera en el tiempo"; y por otro lado, al existir más exposición al virus, "la inmunidad también tiende a ser más duradera", dijo el subsecretario.
Así, este escenario de protección un tanto más extensa con cuarta dosis, abre la posibilidad de espaciar la urgencia por una quinta inyección, y según Cuadrado, "lo más probable es que vamos a necesitar una dosis de refuerzo habitualmente anual y que requiramos vacunar a al población chilena próximamente antes del invierno del próximo año, como la campaña de influenza".
En tanto, para grupos de mayor riesgo, la autoridad planteó que "probablemente vamos a tener esquemas diferentes, donde van a vacunarse con mayor regularidad", aclaró.