"No me parece que los sacerdotes debamos tener una justicia especial. Esto es visto, con justa razón, como un privilegio por el resto de los chilenos. No digo que el proceso canónico sea malo, sino que es insuficiente y desconocido para el común de la gente".
A través de estas palabras, el sacerdote Felipe Berríos dio a conocer este lunes que solicitó al Ministerio Público iniciar una investigación en su contra por la denuncia de abuso sexual presentada el pasado 29 de abril por una mujer que lo acusó de haber cometido presuntos actos de 'connotación sexual' hacia su persona.
Cabe recordar que, en estos momentos, el religioso enfrenta una
investigación canónica, la cual fue abierta el pasado 3 de mayo por la Compañía de Jesús, luego de recibir una denuncia por presuntos hechos de "connotación sexual" presentada por una mujer adulta, quien informó que los hechos "habrían ocurrido cuando la denunciante era menor de edad".
Al respecto, a través de un comunicado, hoy el sacerdote Berríos explicó que la denuncia "fue presentada sólo ante la Iglesia y no ante el Ministerio Público, lo que significa que estoy sometido a un proceso canónico que, por regla, se debe mantener en estricto secreto. Esto significa que una sola persona elaborará un informe, documento que luego irá al Vaticano, donde una comisión analizará el caso y adoptará una decisión cuyos antecedentes no se divulgarán".
Según el religioso, es debido a aquel proceso mencionado y "en vista de que la denunciante no ha recurrido a la justicia" que hoy presentó un escrito ante el Ministerio Público "solicitando que se inicie una investigación sobre los hechos descritos en la denuncia así como también respecto de lo publicado en algunos medios de comunicación, que indican que habría otras denuncias, las que a la fecha desconozco y no me han sido informadas".
"He decidido iniciar este trámite a pesar de la exposición que implica un proceso de investigación penal como éste. Los hechos que se me imputan en la única denuncia que conozco no son ciertos y aspiro a que se conozca públicamente la verdad", aseveró Berríos.
En esa línea, el sacerdote insistió en querer ser investigado "al igual que cualquier ciudadano de este país", apelando además a que "hoy la opinión pública no sabe de qué se me acusa, y tampoco puede hacerse un juicio respecto a la verosimilitud de la denuncia ni a las decisiones que por esta vía se adoptarán".
"Con ello también quiero tener la posibilidad de poder defenderme ante el Ministerio Público y los tribunales en la forma más transparente posible", puntualizó.
Finalmente, Berríos aseguró haber guardado silencio "con obediencia y respeto por la denunciante". Sin embargo, manifestó que la razón de su comunicado y decisión responden a que "ya se han publicado en la prensa una serie de datos acerca de este caso, la mayoría de ellos de fuentes no identificadas y se han echado a correr muchos rumores falsos".
Frente a la acción del religioso, la Fiscalía Metropolitana Sur informó esta tarde haber recibido la "autodenuncia realizada por sacerdote Felipe Berríos para que se investigue delitos sexuales denunciados en su contra, que será indagado junto a nuestra Fiscalía de Género y Delitos Sexuales".