"Lamentablemente, Carabineros tuvo que concurrir hasta este lugar, ya que se informó de una personas lesionada por impactos balísticos. Cuando llegó Carabineros, la persona ya se encontraba fallecida". Así, el capitán Sebastián Azolas de la Prefectura Santiago Central, informaba esta mañana de un nuevo homicidio registrado en la comuna.
¿El lugar de los hechos? El edificio "Gran Santiago" ubicado entre las calles Huérfanos con Amunátegui. En aquel complejo departamental un hombre murió en los estacionamientos tras recibir múltiples impactos balísticos. Los responsables de este homicidio serían al menos cinco individuos que se dieron a la fuga, según reportó Carabineros.
Dadas las características del ataque, el Ministerio Público instruyó las pericias a la Brigada de Homicidios de la PDI. Sin embargo, el capitán Azolas adelantó que no se descarta ninguna teoría respecto al móvil del crimen, entre ellas, se baraja incluso un posible ajuste de cuentas.
No obstante, este homicidio no es el único hecho de violencia de similares características que se reporta al interior del edificio "Gran Santiago", pues en la última década se han evidenciado al menos cinco muertes. Si bien algunas de ellas fueron señaladas como posibles "suicidios" por las unidades policiales, otras responden directamente a asesinatos.
Según los registros de Emol, en febrero de 2014 una niña de tan sólo 13 años falleció tras caer del piso 22 de una de las torres que componen el complejo departamental. En concreto, la joven de nacionalidad peruana fue identificada preliminarmente con las iniciales K.A.A., quien a eso de las 23:00 horas de ese martes se desplomó.
De acuerdo a la Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI, la niña habría mantenido una discusión con su madre debido a la hora que la adolescente volvió a su domicilio, tras compartir con unos amigos. Tras esto, la mujer fue a ver a su hija menor, cuando de pronto escuchó gritos desde el balcón del departamento.
Era la menor que colgaba de la baranda y pedía auxilio. Los primeros antecedentes indican que la madre trató de socorrer a su hija, pero no lo logró subirla. Finalmente, la pequeña cayó unos 60 metros hasta un estacionamiento, donde perdió la vida. Este trágico hecho se convirtió en uno de los primeros que tuvo al edificio "Gran Santiago" como médula.
Años más tarde, en 2016, una joven colombiana de identificada como Giuliana Andrea Acevedo (21), fue asesinada y luego descuartizada por su pareja Erwin Valdés (25), quien arrojó los restos al río Mapocho. El responsable de este hecho confesó su participación y fue declarado culpable del delito de femicidio.
El subprefecto José Ortiz, jefe de la BH, detalló en ese entonces que el motivo del asesinato fue "la violencia mutua que había entre los dos. Tienen una relación de convivencia desde el año pasado y llegaron en noviembre de 2015 a Chile".
En esa línea, el uniformado mencionó que cuando llegaron al país ya habían tenido episodios de violencia y que el crimen se produjo en la madrugada del sábado en el departamento en el que residían. Según los antecedentes entregados en aquella fecha, Valdés descuartizó el cuerpo de su pareja con un cuchillo en el baño de su domicilio.
Sin embargo, estos no son los únicos hechos de similares características, pues en 2013 la Policía de Investigaciones tuvo que efectuar las pericias de un caso que tuvo como protagonista a un ciudadano venezolano que habría sido lanzado desde uno de los departamentos de "Gran Santiago".
Un crimen parecido ocurrió en 2015, cuando una mujer habría sido lanzada por su conviviente desde un piso 25. Y, finalmente, en 2017 un hombre fue encontrado sin vida en una bodega del mismo edificio. Respecto a este último hecho mencionado, la Policía de Investigaciones debió esclarecer si se trató de un suicidio u homicidio.