Alcaldes de todo el país pertenecientes a diversos partidos de la izquierda y centroizquierda apostaron públicamente por el Apruebo e hicieron campaña por esa opción y sufrieron una derrota el domingo pasado. Algunos de ellos: la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti (RD), la de La Pintana, Claudia Pizarro (DC), el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC); y el de Arica, Gerardo Espíndola (PL).
La posición en la que quedan esas autoridades es compleja, según diversos académicos y analistas, que advierten desde el error en la lectura sobre el ánimo en sus propias comunas hasta el difícil futuro político que tienen en el caso de que puedan ir a la reelección, y cómo afectaría a esos comicios que el voto vuelva a ser obligatorio.
"Habrá que hacer un análisis de qué significa el resultado y tendrán que hacerlo los municipios para entender el voto, lo que es una tarea compleja, y en estos años que quedan para postular a la reelección,
intentar corregir esas razones por las cuales la gente en sus comunas habría votado mayoritariamente a favor del Rechazo", advierte el director de la Escuela de Gobierno de la U. Central,
Marco Moreno.
La presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades y alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, aseguró esta semana que la lectura que los jefes comunales hicieron tenía que ver con la necesidad de cambios que se reflejó en la consulta municipal de 2019 y luego en el plebiscito de entrada.
"Esa es la lectura que tenemos hasta el día de hoy, independiente de la posición que tuvimos sobre el texto. Seguimos considerando que la ciudadanía sigue queriendo esos cambios. La pregunta es qué cambios, cuáles primero, con qué énfasis, cuál es la forma en la que se quieren desarrollar. Yo me resisto a pensar que la gente no quiere cambios cuando vive hoy la inequidad, la pobreza dura, los problemas acuciantes de seguridad u otros", dijo la alcaldesa.
"Más que la ciudadanía se haya negado al cambio es que quiere que lo hagamos de una manera distinta", remarcó.
Para el académico de la UTEM y doctor en Ciencia Política, Máximo Quitral Rojas, los alcaldes "no evidenciaron la situación que estaba ocurriendo". "Es contradictorio porque ellos y ellas tienen un trabajo territorial que les permite tener un termómetro distinto. El error, a mi modo de ver, es que se concentraron mucho en su nicho electoral y no se abrieron hacia más allá de la comunidad", afirma Quitral.
¿Un cambio en el discurso hacia el futuro?
Cómo continuar con la gestión municipal después de este proceso es otro de los puntos que abordan los académicos. Por lo pronto, Leitao solicitó esta semana a nombre de la asociación que dirige que en el próximo proceso constituyente se le permita a los municipios involucrarse de mejor manera con respecto a la difusión de contenidos y canalización de demandas.
Para Moreno, "estos dos años van a tener que dedicarlos, si aspiran a mantenerse dirigiendo sus municipios, a recuperar esta pérdida por la vía de profundizar la gestión en la población que ellos gobiernan, mejorar su desempeño, hacer muchas más cosas. Lo que ve la gente es que
ellos se la jugaron por una opción derrotada, entonces tienen que recuperar esa imagen perdida y el capital político que dilapidaron en ese proceso".
"Si los alcaldes fueron elementos activos de la campaña del Apruebo y dejaron atrás las cuestiones propias de la municipalidad, eso puede tener un costo específico para ellos en la próxima elección, porque los dañará en la gestión política y directa con los ciudadanos", agrega Tomás Duval, analista de la U. Autónoma.
De hecho, un grupo de jefes comunales se enfrascó en una disputa con Contraloría por las tareas que podían realizar durante la campaña, tras un dictamen de ese ente en el que se argumentó que "ciertas actividades efectuadas por algunas de las entidades edilicias denunciadas y sus respectivos programas no se condicen con las funciones propiamente municipales".
En esa línea, Quitral suma que "van a tener que hacer un giro en su gestión municipal en el sentido de que, ¿cuál fue la crítica que se estaba haciendo? Que se dedicaron a hacer campaña y no gestionar el municipio. No solo van a tener que moderar el discurso, sino que profundizar la gestión. De lo contrario quedan muy expuestos a la crítica y a perder la reelección".
El riesgo del voto obligatorio
La participación masiva de los electores del domingo pasado también abre la discusión sobre la representatividad de los alcaldes que fueron electos en 2021 con porcentajes de votación del padrón mucho menores. Por ejemplo, la elección en la que triunfó Irací Hassler (PC) en Santiago, con el 38% de los votos, contó con la participación de solo el 35% del electorado de la comuna.
"El voto voluntario hacía que no toda la población fuera a votar y probablemente muchos alcaldes pueden haber tenido ciertos nichos específicos de la comuna que con movilizarlos era suficiente, porque la gente no participaba en la elección. En caso de que se cambien las reglas por voto obligatorio,
coloca una presión muy fuerte sobre aquellos alcaldes que tuvieron un mal resultado en el plebiscito, es una señal de alerta, sin duda", opina Duval.
En el caso de que prospere la idea de fijar el voto obligatorio para todos los comicios, el académico de la U. de Talca, Mauricio Morales, pronosticó en EmolTV una "mayor renovación" de alcaldes.
"En una elección local vienen votando entre el 42% y el 43% de la población, por lo que el alcalde puede realizar una movilización electoral acotada y con eso asegurar la reelección. Sin embargo, ahora tendría que hacer un esfuerzo adicional, porque debería ir en búsqueda del votante mediano, tiene que cambiar la estrategia. Con la votación del voto obligatorio tendremos mayor renovación y mayor nivel de alcaldes incumbentes derrotados", planteó Morales.