Como difícil de comprobar, pero absolutamente coherente con un Estado de partido único como el de China, calificaron expertos chilenos la denuncia de la ONG Safeguard Defenders publicada en la versión digital del miércoles de la revista estadounidense Newsweek, sobre la existencia de 54 informales y secretos "centros de servicios policiales" de esa potencia asiática en 25 ciudades de 21 países de los cinco continentes, entre ellas la chilena Viña del Mar. La iniciativa, que de acuerdo al reporte sería dirigida por oficiales de seguridad pública de los condados de Fuzhou y Qingtian, de las provincias costeras de Fujian y Zhenjiang, se crearon en nombre de la lucha contra la delincuencia transnacional. En especial, apuntaría contra el fraude en las telecomunicaciones y habría supuesto la detención, entre abril de 2021 y julio de 2022, de 230.000 sospechosos, en su mayoría chinos, según la citada ONG. Pero el factor más preocupante de las presuntas operaciones policiales chinas en suelo extranjero es que Beijing las utilice contra disidentes políticos, obviando los protocolos jurídicos del juicio justo y la cooperación policial y judicial bilateral.
