SANTIAGO.- Tras el contundente triunfo del Rechazo en el Plebiscito del pasado 4 de septiembre, tres nuevas colectividades aspiran por estos días a conquistar el centro político, disputando el electorado con partidos del oficialismo y la oposición. Tarea que si bien algunos intentaron llevar adelante en el pasado, no tuvieron éxito.
Recién el miércoles se lanzó la última de éstas, se trata del Partido Demócratas que incluye a ex DC y ex miembros de otras tiendas de la ex Concertación, junto al movimiento 50+UNE. La nueva tienda es presidida por la senadora ex DC, Ximena Rincón e incluye en sus filas al senador Matías Walker como primer vicepresidente, al ex presidente del PR Carlos Maldonado como secretario general y al ex diputado PPD Jorge Tarud, como vicepresidente, entre otros.
La nueva tienda comenzó este viernes los trámites ante el Servicio Electoral (Servel) para constituirse legalmente, incluyendo posteriormente la recolección de firmas necesarias. Proceso que ya está llevando adelante Amarillos por Chile, con el cual si bien esperan actuar coordinados e incluso formar alianzas, es sin duda su más cercano competidor, habiendo recibido también a varios ex militantes del sector.
De esta forma, esperan capitalizar la adhesión que lograron como movimiento durante la campaña por el Rechazo. La nueva tienda tiene como presidente al escritor Cristián Warnken y como primer vicepresidente al diputado Andrés Jouannet, entre otros destacados personeros en sus distintos estamentos.
Una tercera colectividad es Sentido Común, liderado por Rodrigo Caramori, ex timonel del PRI y que ha sumado personeros como el ex convencional Rodrigo Logan y a la diputada Érika Olivera. La colectividad incorpora a ex dirigentes del PRI, independientes, ex miembros de partidos de Chile Vamos y ex personeros de la DC.
Crisis DC y experiencias fallidas
Para el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, estas nuevas colectividades surgen, en primer lugar por "la destrucción del antiguo centro político representado por la DC y, en parte, por el PRSD y el PPD. Las tensiones y conflictos internos llevaron a que las facciones decidieran abandonar esos partidos para crear otros".
Es precisamente la falange, el partido que está pasando por momentos más complejos, a raíz de la renuncia de militantes emblemáticos y autoridades, donde a la fecha han perdido dos senadores y dos gobernadores regionales, en medio de pugnas por el control de la tienda que se agudizaron tras el triunfo del Rechazo.
Son varias las voces que aseguran que el partido está pasando por su peor momento y que esperan que aquello pueda revertirse en la Junta Nacional del 12 de noviembre, donde un grupo espera que asuma una nueva directiva de consenso, mientras que la actual mesa defiende su permanencia.
Pero además, Morales, cree que hay otro elemento que ha favorecido la idea de las nuevas tiendas por apostar al centro, como es "la restitución del voto obligatorio, pues al ampliarse el mercado electoral de 8 a 13 millones de votantes, surgen incentivos para que liderazgos reconocidos por la ciudadanía se distancien de marcas partidarias deterioradas e impulsen etiquetas nuevas".
"Lo que deben tener claro estos liderazgos es que los nuevos votantes no son necesariamente de centro. Muy probablemente sean votantes moderados- que no es sinónimo de centro- que no se sientan identificados o movilizados por el eje izquierda-derecha y que, más bien, se sientan atraídos por ofertas que confronten a los 'de arriba' versus 'los de abajo'. Es decir, la la elite versus el pueblo. No todo votante moderado es de centro", dijo Morales.
Más allá de como se autodefinan dichos votantes, lo claro es que en el pasado reciente surgieron varios intentos por llegar a ese sector. Uno de ellos fue el del PRI, el cual trató de hacerlo desde Chile Vamos, pero que no logró sobrevivir a las elecciones.
Destino similar tuvo en 2017 "Sumemos", el pacto electoral suscrito por los partidos Amplitud, Ciudadanos y Todos, junto al movimiento Red Liberal, que buscaba ser una tercera alternativa política que representara al centro liberal.
Luego de su mal desempeño electoral, Amplitud liderado por la ex senadora Lily Pérez, desapareció del mapa. Mientras que Ciudadanos del ex ministro Andrés Velasco, impulsado por el ex ministro Andrés Velasco, trató de continuar aunque sin éxitos.
El analista político y académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, apuntó a un tercer factor, al recordar que "tanto los partidos como las candidaturas presidenciales han tratado siempre de situarse en ese espacio para conquistar una cierta mayoría política y social. Si bien algunos la han conquistado, con todo sería muy volátil para esos apoyos. Desde ahí muchos al ver que los partidos que tradicionalmente ocupaban ese centro fueron declinando, llámese DC o PR, de aquí que hay un nuevo intento por reconfigurar el centro político".
Por su parte, el profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), Gonzalo Müller, opinó que el surgimiento de estos nuevos partidos "tiene que ver con dos fenómenos; uno la polarización, el maltrato recibido por la centroizquierda departe de Apruebo Dignidad, abrió la puerta a qué muchos miraran más allá la posibilidad de nuevas alianzas. Lo segundo, el resultado del Plebiscito del 4 de septiembre y la vigencia y aparición de un nuevo elector moderado apropósito del voto obligatorio, votaron 13 millones de chilenos y apareció un elector moderado que hace mucho tiempo no votaba".
Sobre la crisis de la DC, Müller cree que "es más terminal, no cuenta con liderazgos de renovación y los pocos liderazgos que quedaban en su interior están buscando formar nuevos partidos y nuevos referentes".
¿Hay espacio en el electorado?
¿Pero será esta vez diferente el destino de los nuevos partidos que buscan conformarse y podrán sobrevivir a los test electorales? Si bien el académico de la Universidad de Talca, consideró que "hay un espacio para generar partidos nuevos", advirtió que "eso no es garantía de éxito (...) Con la restitución del voto obligatorio, es la primera vez que el universo crece en conjunto con la masa de votantes, registrándose un 86% de participación en el Plebiscito de salida. Esto, naturalmente, abre expectativas para estos nuevos partidos de centro. A esto se suma la crisis terminal de la DC: A rey muerto, rey puesto".
Con ello, Duval señaló que estos nuevos partidos que apuestan al centro "tienen una dificultad de que tienen que definir y de alguna manera tienen que identificar qué es el centro político para llenarlo de contenido y de rasgos o características diferenciales con la derecha o la izquierda. Y que éstas no sean sólo la expresión de una coyuntura o de un determinado momento, sino que tengan una expresión más en el largo tiempo".
"Uno podría decir que pareciera ser que hay una cierta ciudadanía que es de centro o moderada, pero si uno lo mira en el tiempo ellos permanecen en ese centro moderado y los que abandonan esa posición son los políticos, por eso desparecen estos partidos de centro", acotó Duval.
De acuerdo a Müller, "la apuesta de los nuevos partidos de centro es ir de la mano de este nuevo elector moderado que llegó con el voto obligatorio y también con la posibilidad de tener una lógica de alianzas más flexible, menos rígidas que en el pasado y que de alguna manera le permitan actuar como bisagra en materia política".