Emplazamientos, gritos y amenazas de censura fueron la tónica durante las dos primeras semanas de la gestión del nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic. Los momentos más álgidos se dieron tal vez durante la discusión de la Ley de Presupuesto 2023, que duró varias horas más de lo pronosticado tras las constantes interrupciones de diputados que criticaban la forma de guiar el debate de Mirosevic y alegaban que el parlamentario no estaba siendo "ecuánime".
Pero esta semana se cumple un mes desde que asumió -el 7 de noviembre- y la escena parece distinta: Las sesiones se han dado con mayor grado de normalidad y no se ha vuelto a escuchar la amenaza de censura en el hemiciclo.
"En las últimas semanas no hemos tenido amenazas de censura. El primer día, yo todavía no cumplía 24 horas, ya tenía una, lo que daba cuenta de que hiciéramos lo que hiciéramos, eso estaba ahí presente. Pero debo reconocerlo,
no he visto a la oposición en la misma actitud", dice el diputado liberal a Emol.
La realidad es que, ya transcurridos varios días del fragor de la derrota opositora y el triunfo oficialista, está más aceptada la noción de que la derecha y los sectores más de centro no cuentan con los votos necesarios para llevar a cabo esa iniciativa. Pero han advertido que el día que los tengan, iniciarán el proceso para retomar el control de la testera.
Esta situación, dicen desde la oposición, se evalúa "semana a semana". "El cargo de presidente es un cargo de confianza de la sala y la pérdida de confianza puede ocurrir en cualquier momento. Ese es el llamado que le hemos hecho al presidente Mirosevic, la mayoría que lo puso en la mesa es muy débil. El primer llamado es a reforzarla él mismo", señala a este medio el jefe de bancada de los republicanos, José Meza.
"Se nota aún a un Vlado zigzagueante en la conducción de la mesa, donde obviamente le hace más guiños a sus 77 votos, que no sé si los tendrá todavía, porque no están con él algunos ya, y sabe que tiene una mayoría feble que se puede venir abajo y cambiar el ciclo", suma el RN Miguel Mellado.
Mellado, de hecho, critica que Mirosevic aún está "en una cornisa" empujado por el PC y las intenciones que tenían ellos de presidir la mesa mediante la diputada Karol Cariola, lo que no ocurrió tras el descuelgue de varios parlamentarios que habían firmado el acuerdo administrativo con el oficialismo a principios de año.
En tanto, desde el PC aseguran que aún "le falta" mejorar en algunos aspectos. "Es un tiempo muy corto para hacer una evaluación del presidente. Si hay que compararlo con el primer día obviamente ha ido mejorando en cómo enfrentar esa tremenda diversidad que hay en la sala. Le falta todavía un poco aplicar el reglamento frente a la oposición que claramente quiere hacer que fracase", plantea el jefe de bancada de los comunistas, Boris Barrera.
No obstante, Barrera aclara que "no ha mejorado el clima en la sala. Hay un sector de la oposición que quiere hacer esto ingobernable".
El "patinazo" con el acuerdo
Para contrarrestar la ola de violencia que se ha visto en la Cámara en el último tiempo -con insultos y hasta agresiones físicas-, Mirosevic está liderando la búsqueda de un acuerdo para reformar el reglamento interno y aumentar las sanciones económicas a quienes agredan a otros parlamentarios. Esto se anunció durante su primera semana de gestión, pero todavía no hay un documento concreto sobre la mesa.
Otros temas que la mesa busca priorizar, según el mismo diputado liberal, son seguridad, reactivación económica, costo de la vida y migración. "Tenemos un tema respecto de migración y ahora son los meses de verano. Desde ese punto de vista, nuestro objetivo será impulsar estos proyectos, que no queden durmiendo en el Congreso, queremos activarlos con un acuerdo transversal para que avancen y vamos a seguir en esa línea", dice a Emol el presidente de la corporación.
Pero en ese marco cayó muy mal un anuncio que se conoció el lunes pasado en El Mercurio relativo a un "consenso" con las bancadas en cuanto a una lista de proyectos a priorizar sobre seguridad, y diputados opositores se lo señalaron en un chat de los comités esa misma semana.
"Quiere aparecer en los medios de comunicación con grandes titulares de grandes acuerdos que no hay,
porque no se reúne con nadie para lograr esos acuerdos, como el de seguridad, que no habló con nadie", critica Mellado.
Ilabaca coincide con que no existió ningún acuerdo. "Cada bancada entregó una lista de los proyectos que querían que fueran debatidos. Si eso es un acuerdo, creo que es mal entendido el concepto. Fue una propuesta y la mesa de la Cámara en base a esa propuesta está levantando la agenda legislativa en el corto plazo", dice.
Mirosevic, en tanto, contesta al respecto que "si uno mira los proyectos que priorizamos, hay varios que son de oposición. Respecto de los temas de seguridad, la mayoría son de oposición. Hemos puesto en tabla esta misma semana proyectos de autoría de la UDI, DC, de RN, incluso con autores del Partido Republicano, del oficialismo también, pero lo que quiero decir es que hemos dado una señal muy clara de que los temas que a la gente le importan tienen que ser priorizados, independiente de quiénes los presente".
El rol de Bianchi y Pérez
Entre los parlamentarios también valoran el rol que han tenido los vicepresidentes Carlos Bianchi (Ind) y Catalina Pérez (RD), a quienes les reconocen positivamente la capacidad de liderar el debate cuando Mirosevic no está presente.
"Vlado ha estado empoderándose y ha generado un buen equipo de trabajo en la mesa. El apoyo del diputado Bianchi y de la diputada Pérez ha sido fundamental y se nota que como equipo han empezado a entender que hoy lideran a toda la Corporación. Esperamos que vaya mejorando con el tiempo", asegura Ilabaca.
"Tanto el diputado Bianchi como la diputada Pérez, sobre todo en el caso de la diputada Pérez, que nos separa un océano en cuanto a nuestras visiones políticas, ella ha tenido un manejo de la sala cuando le toca presidir, bastante ecuánime. Todas las bancadas creo que lo han reconocido", suma Meza, que considera que ellos han logrado mantener una "tensión baja".