El pedido que hizo el Presidente Gabriel Boric a los partidos de gobierno para confluir en una lista única con el fin de enfrentar la elección de constituyentes parece no haber surtido el efecto deseado. Hasta ahora, lo más seguro es que terminen existiendo dos listas, por un lado Apruebo Dignidad con el Partido Socialista, y por el otro, PPD, Partido Radical y DC.
Pero esta no es la primera vez que el Mandatario se involucra en un asunto electoral, dado que el año pasado se le cuestionó duramente el haberse abanderado con la causa del Apruebo, lo que ligó sus primeros meses de administración al resultado del proceso constituyente, con resultados negativos. Si esta vez se repetirá aquello y si la contingencia de la elección de consejeros afectará a la evaluación del desempeño del Presidente es parte del análisis que hacen analistas y académicos, pero las conclusiones probablemente se vean al día siguiente de la misma elección, con la lista de consejeros sobre la mesa.
"Estar interviniendo en una decisión de los partidos creo que le va a pasar la cuenta, porque si no resulta (...) tiene dos costos: uno, que quedarán heridas internas y por otro lado la posibilidad de que la
elección del 7 de mayo sea bajo la lógica gobierno-oposición. Es un mal escenario si el 8 de mayo el gobierno aparece con un apoyo de un 20-30% de los electores, es una constatación de una derrota política, para el Presidente en particular", plantea el director de la Escuela de Gobierno de la U. Central,
Marco Moreno.
En esa misma línea, el director ejecutivo de Activa Research, Ramón Cavieres, remarca que el Presidente "cometió un error" al involucrarse tanto en el plebiscito del año pasado, por lo que "sería más recomendable que fuera un poco más independiente de este proceso. Es evidente que él también juega un rol político, pero sería más recomendable que lo hiciera de manera más sigilosa".
"Son muchos los frentes que tiene abiertos el Presidente en términos de los problemas que tiene el país, en términos de las urgencias, delincuencia, economía, y sería más positivo para él tratar de comenzar a liderar o involucrarse más bien en ese tipo de problemáticas más que propiamente tal en el tema de la elección", dice Cavieres.
Pero otro punto que cuestionan algunos analistas sobre esta decisión del Mandatario es que se involucre precisamente en estos comicios, sabiendo que quedan varios más por delante. "Hace un mal cálculo, porque efectivamente su gobierno tendrá elecciones durante los cuatro años de su mandato. Y tiene un antecedente que fue el haber vinculado el éxito de su administración a lo que fue el proceso constituyente. Ese es un mal expediente que el uno hubiera pensado que no deberían haber buscado repetir, sin embargo están cayendo en el mismo error", suma Moreno.
Según este académico, "el Presidente está asumiendo un rol de ser jefe de gobierno, se está poniendo en el escenario de líder de la coalición y por eso está interviniendo, pero eso es posible hacerlo cuando tienes bien controlados los problemas del Gobierno. No parece muy razonable esta decisión".
A juicio de Cavieres, en tanto, también hay un riesgo de debilitar al Mandatario en caso de que las coaliciones vayan en dos listas, pero "esta elección tiene más indiferencia por parte de la ciudadanía, al menos al día de hoy. El proceso constituyente está más criticado por parte de la ciudadanía, con menos confianza de acuerdo a nuestros estudios.
No estoy seguro en términos electorales de que las diferencias sean tan significativas, porque al final irá dependiendo de los rostros. No sé qué capacidad tengan el PPD y PR de tener rostros fuertes ya que tienen poca relevancia en el plano electoral".
Una oportunidad al incorporar al PS
Otra mirada tiene la académica de la Facultad de Gobierno de la U. Chile e investigadora del COES, Isabel Castillo, que plantea que si bien cree que hay un costo "evidente" para el Gobierno si hay dos listas, no considera que sea personalizable en Boric.
"Una lectura es que hay algunos partidos, como el PPD, que están buscando de alguna manera alejarse del gobierno y parte del cálculo es que el Gobierno va a recibir un voto castigo porque es altamente impopular en este momento (...) entonces evidentemente el Gobierno quiere minimizar eso, que lo dejen solo, que pueda llevarse toda la culpa o todos los costos, y dar una señal fuerte de unidad, de una coalición más amplia", dice Castillo
Pero según postula, las gestiones del Presidente "no debieran ser particularmente llamativas. A pesar de que él ha manifestado su opinión y se ha comunicado con los presidentes de partido, no ha sido tampoco protagonista. No creo que se lea como que no tiene capacidad de influir en los socios de coalición. Por lo demás, ya sabemos que existe una relación no del todo fluida con algunos partidos, entonces creo que no hay mayor novedad ni se ve afectado su capital político personal".
A esto se suma el sociólogo y director de Tú Influyes,
Axel Callis, que remarca que "todos los Presidentes desde el 90 hasta adelante se han involucrado, incluso en los nombres de los candidatos. Antes le llevaban la lista a Lagos para que la firmara (...) en este caso es un riesgo que vale la pena correr, porque una campaña con fuego cruzado y fuego amigo es peor que lo que pueda pasar al involucrarse ahora".
Pero además, Callís plantea otro punto: incluso aunque Boric no logre la lista única, el sumar al PS a Apruebo Dignidad ya podría ser un triunfo.
"Es una súper buena oportunidad del Presidente de tratar de fusionar un poco más los dos mundos que le sostienen el gobierno, más que hacerlo el año que viene en la municipal. Vale la pena el riesgo, porque si llegase a ocurrir que el PS va con Apruebo Dignidad, se muere AD y se muere Socialismo Democrático, nace otra cosa. Si logra llevarse el PS a AD, y generar otro pacto, es un gran avance, porque los ministros mejor evaluados son del PS, más Carolina Tohá", dice.
En esto coincide Castillo, quien destaca que el PS es un partido más grande que el PPD y "clave en la historia de la izquierda chilena. Es un partido tradicional, y el gobierno y en particular Boric constantemente ha hecho referencias a sentirse parte de esa larga historia. El PS tiene una definición ideológica, una identidad, mucho más fuerte que el PPD. En ese sentido creo que es un respaldo importante, y eventualmente una señal significativa pensando también en el futuro".