El nuevo proceso constituyente solo captó la inscripción del 3% de los candidatos de pueblos originarios que se inscribieron para disputar un escaño en la Convención Constitucional pasada. Mientras que en 2021 fueron 95 candidatos, con sus duplas cada uno, en esta oportunidad fueron solo 3: dos representando al pueblo mapuche, y uno, al atacameño.
Si bien las condiciones para participar eran prácticamente las mismas en relación a la cantidad de patrocinios requeridos para inscribirse, la diferencia está en las condiciones solicitadas para ser electos. En 2021 existieron 17 escaños reservados, que se asignaban a las candidaturas más votadas de acuerdo con un número fijo de cupos que se le dio a cada pueblo, pero sin importar la cantidad de votos que recibieran.
En esta ocasión, el total de la votación que reciban todos los candidatos indígenas -en una circunscripción única-
debe representar al menos el 1,5% de la votación completa de las 16 circunscripciones no indígenas, y en ese caso se le otorga un cupo, adicional a los 50 del Consejo Constitucional, a la candidatura más votada. Para obtener los siguientes se requiere un 3,5% y un 5,5%, y así sucesivamente en saltos de 2%.
Con solo tres inscritos, alcanzar esos números se vuelve más complicado. Si votaran los mismos 13 millones de ciudadanos que sufragaron en el plebiscito de salida, el 1,5% de ese número es 195.000. Es decir, entre los tres candidatos deberían sumar al menos esa cifra para alcanzar un escaño, que se le entregaría al más votado.
Los candidatos
El primer candidato es Julio Marileo, profesor en Educación Intercultural y magíster en Educación de la U. de Chile. Es pareja de la ex convencional Rosa Catrileo, hoy jefa de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas del Ministerio de Desarrollo Social, y la asesoró durante su paso por la Convención.
Marileo debió cumplir una pena de libertad vigilada y firma mensual por 14 años tras ser condenado por la Ley de Seguridad Interior del Estado, ya que en el año 2000 se le imputó un ataque incendiario a un vehículo que transportaba guardias armados a una empresa maderera en Collipulli.
De acuerdo con lo que comentó a El Mercurio, espera que "la voz de nuestro pueblo esté representada desde adentro, vociferando las demandas que hoy siguen existiendo", y reconoce que se ha generado una "animadversión que nos deja en una posición compleja, ya no estamos en la situación de hace tres años".
El segundo inscrito es Alihuen Antileo, del pueblo mapuche, y ex candidato a constituyente en el proceso pasado. Es licenciado en Ciencias Jurídicas. Fue uno de los fundadores de la CAM, pasó por las Juventudes Comunistas y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. También registra una participación en el directorio de la Universidad Arcis.
Según dijo a El Mercurio, su motivo para postular es que "la nueva Constitución va a regular aspectos importantes para los próximos años, como la forma de participar y si habrá escaños reservados o cupos especiales en gobiernos comunales y regionales. Eso nos interesa a los pueblos originarios, que se atienda a un criterio de proporcionalidad y territorialidad".
Asimismo, acusó que en este proceso habría "marginación y exclusión política respecto a la primera Convención", y que los pueblos originarios en este momento están en una "situación de desmedro y retroceso político, cultural y constitucional".
El último inscrito es Rudecindo Espíndola, agricultor y activista medioambiental, en representación del pueblo atacameño, que tuvo al ex convencional Felix Galleguillos en el proceso pasado.
"Lo del rechazo fue un silencio momentáneo para los pueblos originarios, pero nuestra participación va a ser constante en todos los procesos", aseveró en conversación con el mismo diario. Asimismo, criticó que el sistema de participación para los pueblos indígenas, en esta oportunidad, es "decepcionante".
