Esta semana se reactiva el Congreso y se retoman las discusiones sobre la reforma tributaria y al sistema de pensiones, ambos proyectos claves en el programa de Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Antes del receso legislativo - el cual se extendió por todo febrero - la comisión de Hacienda despachó a la Sala de la Cámara Baja el proyecto de reforma tributaria. Y también, la comisión de Trabajo aprobó la idea de legislar el sistema de pensiones, y según lo acordado, el 31 de marzo comenzará la discusión en particular de este último.
Ambas iniciativas avanzaron con votos en contra de la oposición. Antes de reanudar oficialmente el debate, Chile Vamos endureció el tono con miras a lo que viene este semestre en materia legislativa y trazó ciertos límites para encausar la discusión.
Incluso, adelantaron una reforma de pensiones alternativa para cambiar la matriz del proyecto y no solo negociar indicaciones.
Con todo, voces de la oposición han dejado entrever que el ánimo conciliador y dialogante podría quedar atrás en las próximas discusiones. Situación que complicaría al Ejecutivo ya que necesariamente debe llegar a acuerdos dado que no cuenta con mayoría parlamentaria.
Es por esto que la postura que vaya definiendo Chile Vamos es vital para el avance de estos proyectos.
Propuesta alternativa
Un equipo conformado por exministros del Gobierno del expresidente Piñera, expertos y parlamentarios de la comisión de Trabajo están elaborando una propuesta de reforma al sistema previsional y esperan tenerla lista a fines de marzo y presentarla al Ejecutivo.
Para el diputado Frank Sauerbaum (RN), miembro de la comisión de Hacienda y Trabajo de la Cámara Baja, "el Gobierno presentó un proyecto que no comparte ni el Congreso ni la ciudadanía".
Esto porque "termina con la propiedad de los fondos, con la posibilidad de que sean heredables y también con la posibilidad de elegir entre un sistema privado y uno público. Por ende, tenemos que enfrentar los temas de raíz. Primero, tenemos una baja cotización, grandes lagunas previsionales, también tenemos bajos salarios y una longevida mayor de lo proyectado. Esos problemas se tienen que enfrentar en la reforma y no están presente", argumentó.
Mientras que su par, Eduardo Durán (RN), dijo que apoyará la reforma "porque tenemos una obligación moral como sociedad".
Eso sí, aclaró que "no se trata eso sí de aprobar cualquier proyecto, en mi caso yo quiero una reforma donde mantengamos las cuentas individuales, pero donde también seamos capaces de aportar solidariamente con las personas que reciben menos. Una cosa importante es que no voy a apoyar la idea del gobierno de las cuentas nocionales porque esos dineros pueden mal usarse por cualquier administración de cualquier color político".
En materia tributaria, indicó que "todos tenemos dudas porque en una situación de contracción económica, el cobro de los impuestos puede producir un efecto inverso a la productividad y eso terminaría produciendo consecuencias nocivas en el empleo".
"Yo estoy abierto a que todos ayudemos en recaudar más dinero para aumentar los beneficios sociales pero debemos ser muy cuidadosos en cómo hacerlo", añadió.
El cambio de tono
Por otra parte, el diputado Guillermo Ramírez (UDI), miembro de la comisión de Hacienda, subió el tono y en una entrevista en El Mercurio aseguró que "las dos reformas no pueden ser más malas".
Sobre lo tributario, dijo que "la reforma del exministro Arenas terminó con los 30 años de prosperidad económica en Chile. Pues bien, la reforma del ministro Marcel es peor, porque pretende recaudar más y con instrumentos más torpes".
Advirtió que "si no hay cambios no solo la votaremos en contra, sino que además el ministro Marcel pulverizará su prestigio".
Además, indicó que "la reforma de pensiones va en contra de todo lo que la ciudadanía quiere. No vamos a traicionar a los chilenos por la vía de entregarle parte de nuestros ahorros al Estado".
Dichos que gatillaron críticas por parte de la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte.
"Esta voz tan destemplada es primera vez que se la escucho, nunca lo había escuchado en estos términos. Me parece que es una beligerancia extrema, en el sentido de que, primero hace afirmaciones totalmente catastrofistas respecto de la anterior reforma tributaria, la que se hizo en el segundo gobierno de la ex Presidenta Bachelet", sostuvo durante una entrevista en T13 Radio la Secretaria de Estado.
A lo que el diputado gremialista respondió que "el Gobierno tiene que acostumbrarse a recibir críticas, no la pueden personificar en un ministro, tienen que entender que cuando lo que ellos proponen es malo, nosotros lo vamos a criticar siempre con el espíritu de que mejore".
A este intercambio se suma la postura del timonel de la UDI, Javier Macaya, quien ha advertido que si el Gobierno mantiene las reformas como están, no contarán con los votos de la oposición.
