General Director de Carabineros, Ricardo Yáñez, dio un discurso en la ceremonia fúnebre de cabo Álex Salazar.
Gentileza Carabineros de Chile.
Esta jornada se realizó el funeral del cabo primero Álex Salazar Rodríguez, quien fue atropellado durante un procedimiento policial en la comuna de Concepción por un ciudadano venezolano que se encuentra en prisión preventiva mientras dure la investigación en su contra.
Dos días después del incidente, el uniformado perdió la vida en el hospital de esa comuna, y hoy el general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, informó que fue ascendido póstumo al grado de suboficial mayor.
El asesinato de Salazar significó una tensión entre el Ejecutivo y el general director, quien llamó al Parlamento a generar leyes que aclaren el uso de la fuerza que pueden aplicar los uniformados. "Ya basta. Si queremos un país seguro y tranquilo, debemos proporcionar las condiciones y herramientas necesarias", emitió.
A raíz de sus palabras fue citado a La Moneda por parte de la ministra de Interior, Carolina Tohá, quien explicó que la reunión fue para "despejar toda duda respecto al apoyo que tiene el Gobierno en relación a las actuaciones policiales que se hacen dentro del mandato legal de Carabineros", pero también para aclararle que "cuando hay inquietudes, opiniones que Carabineros quiere generar, hay todos los espacios para hacerlo. Hay canales para eso o hay espacios técnicos para hacerlo y hay que evitar que eso se confunda con el debate político. Eso es lo sano en una democracia".
A la ceremonia fúnebre ambos asistieron. Por su parte, el general director dio un emotivo discurso. "No es fácil expresar los sentimientos que afloran desde el fondo del alma, cuando un ser querido nos deja de manera imprevista", comenzó diciendo.
En su intervención, el alto mando transmitió la "rabia, impotencia y ese dolor que proviene del alma" cuando conversó con Marly, la viuda de Salazar, y recordó a "Eugenio Nain, Breant Rivas, Francisco Benavides, Samuel Tisnao, David Florido y Carlos Retamal", todos mártires de la institución.
"La pérdida de cada uno de ellos, y hoy de Alex, han dejado una cicatriz en nuestra familia que es Carabineros de Chile. Son heridas que nos han provocado mucho dolor, que nos duelen y que, en realidad, nunca han sanado porque son esas cicatrices las que nos recuerdan, día y noche, por qué somos carabineros y por qué nunca hemos bajado los brazos", manifestó Yáñez.
El general director se preguntó: "¿Cómo no nos va a doler? ¿Cómo no le va a doler al país perder a uno de los hombres que juró defender, con su vida, la paz, seguridad y tranquilidad de la nación? (…) sabemos que hoy la principal preocupación de los chilenos es la seguridad. El deseo de vivir tranquilos y en paz".
Agregando que "como general director, como carabinero, como chileno, esposo y padre no puedo callar ante lo que nos ocurre. Lo dije el pasado lunes desde el dolor, que muchas veces excede el uso de la razón; pero hay que cuidar a quienes cuidan de nosotros".