SANTIAGO.- Serán 15.150.572 de personas las que deberán sufragar en la elección de consejeros constitucionales del próximo 7 de mayo, comicios que se harán bajo el sistema de voto obligatorio, lo cual se espera que juegue a favor de una mayor participación.
Aún así el panorama es complejo, pues pese a que ya falta poco más de un mes, todavía no se ha logrado instalar un ambiente de campaña. Según la encuesta Cadem, un 70% dice tener "poco o nada de interés" en las noticias relacionadas con el nuevo proceso, a la vez que un 48% no sabe que se celebrarán dichos comicios
De acuerdo a los expertos, esto obedece a varios factores, entre ellos a una especie de "fatiga constitucional" de las personas con el tema, ante las altas expectativas que existieron con el proceso anterior y la desilusión generada posteriormente por su fracaso. Sumado a las múltiples prioridades que tiene hoy la población y que están enfocadas en cosas más cotidianas como, por ejemplo, la seguridad.
Aún así, analistas y candidatos coinciden en que los últimos 30 días de campaña serán claves para llegar a la ciudadanía, teniendo como herramienta la franja televisiva que parte este viernes 7 de abril. La expectativa es que el espacio no sólo sirva para informar a las personas del proceso en curso y de la obligatoriedad del voto, sino que también para generar interés ante una elección que hasta ahora no prende.
Por su parte, el Servicio Electoral (Servel) también está llevando adelante una campaña informativa, la cual se inició antes del cierre de cambio de domicilio el 26 de enero y la que actualmente se encuentra activa en redes sociales, contando con spots de radio y televisión, en portales de noticias y radios comunales y plataformas de streaming. En una semana más se hará presente en torniquetes en el Metro de Valparaíso, en lunetas en buses rurales en todo el país, en pantallas digitales y en medios de prensa tradicionales. Todo con el fin de fomentar la concurrencia de los electores a las urnas.
En lo que respecta al Gobierno, todavía está evaluando si levantarán una campaña informativa sobre los comicios, argumentando que la responsabilidad de realizar el trabajo no depende exclusivamente del Ejecutivo como ocurrió durante la fracasada Convención.
¿Cuántos votarán?
La gran pregunta que asoma es a cuánto llegará la participación electoral, teniendo como antecedente los niveles históricos del Plebiscito del 2022 con más de 13 millones de votantes, y cuya votación también fue obligatoria.
De acuerdo al académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, "es imposible aventurar un porcentaje de participación, pero sí es posible anticipar que estará por sobre el 43% registrado en las elecciones de convencionales de 2021 (de poco más de 6 millones). Acá inciden tres cosas. Primero, el voto obligatorio, segundo, el interés que produce la elección y tercero, la probabilidad de ser sancionado por no votar".
Asimismo, Morales consideró que "esto último es clave, ya que en varias comunas los juzgados alegan que no disponen de información suficiente para procesar las multas a quienes no votaron en el Plebiscito anterior. Por tanto, es posible que una porción relevante de no votantes se exima de sanción por problemas administrativos. Entonces, esto puede ir alimentando la idea de que no votar sale gratis, transformando este voto obligatorio prácticamente en un voto voluntario".
Por su parte, el experto electoral y ex diputado RN Tomás Fuentes, cree que "considerando factores como que la mística y/o épica en esta próxima elección de mayo no es la misma en comparación al primer proceso del 4 de septiembre y al desconocimiento que existe en torno al mismo, es de esperar que la participación en la elección de consejeros constitucionales ronde entorno a los 10 millones 600.000 electores, lo que significaría un 70% de participación electoral".
"Ello, tomando en consideración que los candidatos tienen el enorme desafío de hacer campaña en un período muy acotado, con recursos más restringidos y con altos niveles de desconocimiento en muchos casos, pero que la obligatoriedad del voto y sanción por no sufragar provocaría que los ciudadanos concurrieran a las urnas", detalló Fuentes.
Y agregó que "si no fuera por la obligatoriedad de votar, no tengo dudas que este proceso resultaría como uno con los menores niveles de participación desde el retorno a la democracia".
El también ex diputado y experto electoral Pepe Auth comentó además que "hay quienes le atribuyen a la obligatoriedad de voto, la participación inéditamente masiva del Plebiscito y yo creo que la obligatoriedad es uno de los factores, pero el principal es que nunca habíamos tenido una elección tan intensa, con tanta cobertura mediática y con tanto tiempo (...) Hay quienes piensan que eso se va a repetir, pero se van a encontrar con que la realidad es muy distinta, no toda la gente asume la obligatoriedad como una obligación".
Con ello, precisó que "las elecciones con solo dos opciones, binarias, son más simples y ahí anula muy poca gente. En el Plebiscito anularon o dejaron en blanco 280 mil personas de 13 millones, casi nada. Yo espero que para esta elección más o menos exista un poco más de 9 millones de participantes válidos y otro millón de nulos o blancos".
Votos nulos y blancos
Respecto a este último punto, Auth aclara que "en los hechos el que anula o deja en blanco equivale a la no participación. Y cuando los regímenes electorales son obligatorios los nulos y blancos crecen en todos los países. Los regímenes voluntarios tienen pocos nulos y blancos, porque muy pocos se desplazan para luego anular o dejar en blanco su voto, simplemente se quedan en la casa".
Sobre esto, Morales expresó que "la porción de votos nulos y blancos va a aumentar en comparación a procesos electorales anteriores, organizados tanto con voto obligatorio como con voto voluntario. Esto se explica por el desinterés y la fatiga electoral que sufren los chilenos luego de la recarga de elecciones, cuestión que acompañará hasta 2025. Es posible que la tasa de votación nula y blanca más que duplique la tasa registrada en el último Plebiscito".
Ante esto, Fuentes consideró que el número de "los nulos y blancos, va a depender de la participación. Dado que existe desafección y desinterés con este proceso, si llegaran a concurrir una alta cantidad de votantes movilizadas por la obligatoriedad, deberíamos esperar más votos nulos y blancos, sobre todo de personas que estaban muy movilizadas por el Apruebo desde la izquierda. Un 6% sería una cifra esperable si vota mucha gente".
Un factor no menor al momento de revisar la participación efectiva de la ciudadanía el 7 de mayo, más allá del número total de personas que concurran a las urnas para evitar alguna multa por no hacerlo.