"Los lloramos, sí; tenemos rabia, sí; tenemos pena, mucha. Pero en memoria de ellos y de cada uno de nuestros mártires, tenemos el deber y compromiso de seguir trabajando y no vamos dejar de estar donde se nos necesiten, así lo hubiese querido Daniel, un carabinero que amaba su institución, que amaba la patria y amaba lo que hacía".
Esas fueron algunas de las palabras que el general director de Carabineros,
Ricardo Yáñez, entregó el pasado jueves en el respondo de Daniel Palma, el tercer mártir de la institución en menos de un mes.
Primero fue Álex Salazar en Concepción, luego Rita Olivares en Quilpué, y ahora el cabo en Santiago. Tres duros golpes para los uniformados.
Ante tanta tragedia y tan cerca una de otra, ¿cuál es el impacto psicológico en Carabineros?, ¿cómo deben enfrentar lo sucedido?, ¿tienen espacio para lamentarse y llorar?
"Hay negación, no puede ser que esté pasando esto; luego, asumimos que sí pasó, es el momento de sufrir, de llorar, de expresar emociones; posteriormente, viene la aceptación, esto pasó y tenemos que seguir adelante, y ahí viene la expresión del compromiso, es decir, que esto no va a ser en vano, y que tenemos que salir a trabajar con mayor fuerza, porque en las manos de Carabineros está parte del control de este tipo de delitos", explica a Emol el teniente coronel (r) de Carabineros, psicólogo y doctor de criminología, Mauricio Valdivia.
Según el especialista, este dolor está relacionado con la integración de la institución don hay elementos como "la formación, el compañerismo, el compromiso, el trabajo en equipo y la colaboración", que juegan un rol relevante.
"Este no es un trabajo que se ejerce de manera individual, siempre hay alguien atrás y otro tiene que ir a la cabeza", añadió.
Asimismo, indicó que los hechos ocurridos tendrán un impacto muy grande en quienes hoy están en formación. "Es posible que ahí haya más impotencia, porque es gente que ingresó para esto y está viendo que no pueden hacer nada".
Sobre las herramientas que se deben entregar para enfrentar este duelo, Valdivia dijo que "hay elementos que se ponen en juego en el discurso, no necesariamente tiene que ser un psicólogo, puede ser un cura, un trabajador social, los mismos compañeros. Se trata de llorar y hablar, esto se llama simbolizar, es decir, transformar la emoción en símbolos y palabras".
"Eso evita que el daño que genera una emoción negativa, se traduzca en daño al propio funcionario, o se traduzca en agresión y violencia. Eso es lo que falta hoy a la sociedad, ponerle nombre a las emociones, hoy prima un analfabetismo emocional, por eso hay tanta violencia", agregó.
En esa línea, aseguró que los próximos días de trabajo para los funcionarios "no serán fácil"
Además, agregó que en conversaciones con funcionarios de la comisaría de Quilpué, donde trabajaba Rita Olivares, carabinera asesinada hace menos de dos semanas en un procedimiento policial, están siendo asesorados y tratados con psicólogos, tanto de manera individual como grupal. En ese sentido, aconsejó que esto también se debería repetir en la cuarta comisaría de Santiago, donde se desempeñaba el cabo Palma.