Tras despachar la semana pasada el anteproyecto de nueva Constitución, los integrantes de la Comisión Experta realizaron este lunes los discursos de cierre del trabajo que les tocó realizar durante tres meses.
Desde el hemiciclo del Senado, en el ex Congreso Nacional en Santiago, los comisionados tuvieron la oportunidad de hablar por ocho minutos para entregar sus conclusiones o reforzar ciertas ideas. Esto previo a que el próximo miércoles se instale el Consejo Constitucional, al cual se sumará con voz, pero sin voto.
A continuación, algunos de los discursos realizados esta mañana por los comisionados:
El primer en tomar la palabra fue el vicepresidente Sebastián Soto (cupo Evópoli), quien junto con destacar algunos aspectos del anteproyecto, afirmó que "todo esto escrito en el papel frío debe cobrar vida mañana, cuando tras la revisión del Consejo y la eventual e incierta aprobación de este texto, la tan necesaria labor política complemente la Constitución escita, con una nueva Constitución no escrita, que llene de valor, seriedad y altura nuevamente la actividad política".
Y agregó que "lo dicho hasta ahora se vinculada principalmente con el texto, pero sabemos que la votación de diciembre no sólo evalúa un texto, sino también un contexto. Nosotros como Comisión hemos trabajado intensamente en proponer un texto sobrio, contenido, con elementos de cambio y de continuidad, que sería un verdadero puente entre el pasado y el futuro. También hemos intentado contribuir a generar un contexto, ahora toca a otras revisar el texto y fortalecer el contexto, para que en diciembre podamos empezar a decir que empezamos a resolver nuestro problema constitucional".
"Es un texto que no contiene todo lo que soñamos, pero que sí nos satisface colectivamente, porque permite que nuestro Chile plural se vea reflejado en nuestras cláusulas", acotó, citando lo dicho en el pleno por otros expertos. Agradeció además a los comisionados "por no dejarse capturar por el veneno de la lógica, amigo-enemigo, sobre todo admiro la capacidad que tuvieron siempre ponerse en los pies del otro".
Luego fue el turno del comisionado del PC Aléxis Cortes, quien manifestó que "lo que nos ha traído hasta aquí es la necesidad de imaginar un país en donde nadie quede atrás, o sea, donde la solidaridad retorna como un principio fundante de lo que somos como nación. Estamos también aquí porque la sociedad dijo 'basta, las cosas no pueden seguir haciéndose de la misma manera'".
"Estamos aquí, porque el texto vigente es nuestra peor versión, porque no es realmente un pacto, sino una imposición. Y hoy hemos arribado a un entendimiento que aspira a ser un nuevo encuentro para Chile. La Constitución no es la solución a todos los males que nos aquejan, pero no puede seguir siendo un obstáculo para encontrar soluciones a nuestros problemas estructurales", sostuvo, añadiendo que "el texto vigente no sólo es un problema por su origen, se impuso en una dictadura cívico-militar, donde visiones como las que yo represento pretendía ser exterminadas".
A su juicio, "el anteproyecto puede abrir puertas para entregar soluciones, la más importante, la consagración del Estado social y democrático de derecho, la principal conquista del largo proceso constituyente. El mandato es construir un Estado que no abandona, ni permite que los derechos sociales sean mercancías. Este nuevo Estado no rehúsa su responsabilidad en la garantía y provisión de los derechos, sino que pasa a definirse por ellos y debe actuar oportuna y responsablemente, siempre (...) Este nuevo Estado es garantía de que estamos frente a una nueva Constitución", resaltando además que en él no se consagran "modelos".
Después intervino el comisionado de la UDI Hernán Larraín, quien comentó en estos meses "logramos persuadir y ser persuadidos, soportar omisiones y tolerar artículos que no colmaban nuestras expectativas, sin perjuicio de que confiamos que ello pueda ser revisado en alguna medida en la próxima instancia. Intentamos respetar siempre la forma, porque no estábamos construyendo un espacio excluyente para mí o para ti, sino uno en que tú y yo pudiéramos convivir, porque queríamos una Constitución, no un traja a la medida y demostramos que sí es posible".
"El trabajo que hemos hecho se hace cargo de esos valores y de nuestras tradiciones históricas, asume nuestro pasado reciente con sus aciertos y fracasos y busca anticiparse a los vericuetos desconocidos del futuro, con un diseño que conserva parte de lo pretérito, cambia lo que la experiencia aconseja y prevé el futuro, innovando con audacia. Así con mucha modestia, sin estridencia lo entrega a otra instancia, que tendrá la responsabilidad de continuar con este esfuerzo, para lo cual contará con nuestra colaboración, oportunidad en que podrá perfeccionarlo en todo lo que estime pertinente", expresó Larraín.
Con ello, planteó que en su caso "intentaremos que se corrijan algunos aspectos que no nos dejan conformes, como el derecho a la vida del que está por nacer, la libertad de elección en salud, el control sustantivo de constitucionalidad, por mencionar algunos. Con todo ello, corresponderá presentarlo a nuestro pueblo soberano, como un nuevo acuerdos, un nuevo contrato social, que confiamos nos permita seguir mirando juntos el futuro".
Más adelante, la comisionada Antonia Rivas (cupo Apruebo Dignidad) valoró el trabajo de todos, el cual dijo les permitirá entregar al Consejo, "una propuesta de Carta Fundamental sólida técnicamente y construida en base a acuerdos políticos amplios, que espero sea la forma en que se desarrolle la siguiente etapa".
"Quedaron espacios vacíos, es cierto, faltaron las manos de las cuidadoras, de los niños y las niñas, pero por primera vez en nuestra historia constitucional, están presentes (...) los pueblos indígenas, su existencia y los derechos colectivos. Y aunque lamento que hay grupos de nuestro tejido social que no son explícitamente mencionados, en adelante deberán removerse los obstáculos que dificultan el ejercicio de su libertad, derechos e igualdad, ello es lo que funda el Estado social", recalcó.
Asimismo, Rivas recordó que hoy concluyen su primera etapa para dar paso a los consejeros, señalando que "ellos y ellas concluirán este tejido dando las puntadas finales" al nuevo texto, agregando que "tienen una gran responsabilidad sobre sus hombres, sepan que cuentan con nosotros, con nuestra experiencia individual y colectividad para seguir contribuyendo en este proceso".
El consejero Jaime Arancibia (cupo RN) planteó que "la fuerza de este texto no estriba en su perfección, pues admite mejoras varias y ruego al Consejo introducirlas; tampoco en sus soluciones o en nuestros discursos. Lo importante no es lo escrito, sino lo que hemos procurado hacer estos meses en silencio. Demostrar que es posible alcanzar acuerdos de convivencia pacífica pese a nuestras diferencias por razones de patriotismo. Hemos llenado el pentagrama jurídico con acordes comunes para distintas melodías del futuro".
"Este borrador de Carta Magna propone una ciudadanía renovada a los desafíos constitucionales del siglo XXI. Esta nueva ciudadanía no es liberal ni estatal sino societaria, de ciudadanos conscientes no sólo de sus derechos sino también de sus deberes. Derechos y deberes ciudadanos no sólo ante el Estado o el mercado, sino también ante sus vecinos, familiares y comunidades", expresó.
Con esto, Arancibia apuntó: "Finalizo con una petición. No cometamos el error histórico de ponerle año o apellido a la Constitución. No quisiera que esta sea la Constitución de 2023, sino la Constitución Política de la República de Chile, reflejo democrático de nuestros hombres y mujeres de ayer, hoy y mañana. Aquellos, como dice nuestro himno nacional, que libres y tranquilos coronan a las artes, la industria y la paz".
El comisionado Carlos Frontaura (cupo Republicanos) comentó que tuvieron la labor de "ofrecer un anteproyecto de nueva Constitución para que pueda ser trabajado, mejorado y perfeccionado en la siguiente etapa de este proceso por aquel órgano que ha sido elegido para eso, el Consejo Constitucional, un anteproyecto de Constitución, una Constitución".
Para él, "hay aquí me parece una clave fundamental de la tarea que hemos intentando llevar acabo, la conciencia de que no se parte de la nada, del vacío. Por el contrario, creo que en esta Comisión Experta hubo un aprendizaje muy honesto de la fracasada Convención. Toda verdadera Constitución es hija de un pueblo, de una sociedad, de unas costumbres y una instituciones determinadas, la patria no se inventa, ni su Constitución tampoco".
"Una posición meramente circunstancial que no renuncia a reivindicaciones constitucionales maximalistas, para otra etapa en que la correlación de fuerzas sea más favorable, desnaturaliza la clave central de este proceso. Este es el espíritu con el cual trabajamos estos tres meses y que más allá del contenido mismo -siempre perfectible-, estoy seguro que guiará la actividad de la siguiente etapa del Consejo Constitucional. No miramos nuestro trabajo desde una posición ensordecida como si tuviéramos completa certeza de los acuerdos alcanzados", remató.
La última en hablar fue la presidenta de la Comisión Experta, Verónica Undurraga (cupo PPD) comentó que "estamos recién en la mitad del camino, cumplimos un hito importante es cierto, el anteproyecto de la Comisión Experta está terminado, pero no nos olvidemos que el propósito que nos condujo aquí sigue pendiente y se cumplirá sólo cuando se entregue el proyecto definitivo. Quienes integramos la Comisión Experta colaboraremos leal y responsablemente con el Consejo Constitucional, en quien recae ahora la responsabilidad encomendada por la ciudadanía".
"Nos interesa que su trabajo sea exitoso, porque nuestro mandato común es ofrecerla Chile una Constitución que se apruebe por amplia mayoría y que cobije y dé alas a todos quienes vivimos en esta tierra", resaltó, acotando que este texto "es lo contrario de una agenda corta, requiere una mirada de largo plazo, sus normas deberán guiar cuando la urgencia del día no sea ya la delincuencia y cuando hayan pasado bajo el río las reformas que hoy se discuten en el Congreso".
Sobre el anteproyecto, dijo, que "su valor político, más allá de sus aciertos y desaciertos, está dado porque las normas que incluimos fueron aquellas que reflejan el lugar donde nuestras distintas convicciones puedan encontrarse".