Conmoción ha causado en Argentina el presunto homicidio del chileno Roberto Guzmán Jaque, luego de un vuelco judicial que ahora involucra a su marido, Germán Berjeli, un podólogo del país trasandino.
La justicia argentina investiga el posible asesinato por envenenamiento de Guzmán por parte de Berjeli, quienes se conocieron en mayo del 2019 mediante una aplicación de citas.
De acuerdo a la indagatoria, cinco meses después de iniciar la relación, en septiembre del 2019 Guzmán y Berjeli se unieron civilmente en Argentina y comenzaron a vivir juntos en un departamento en Buenos Aires.
Sin embargo, la relación no duraría mucho, ya que al poco tiempo Guzmán fue internado de urgencia por un problema renal. Y en enero de 2020 finalmente murió en el Sanatorio Anchoren de la capital trasandina.
Su extraña muerte generó dudas en los familiares del ciudadano chileno, quien trabajaba como funcionario administrativo de la aerolínea United Airlines en Buenos Aires. Las sospechas aumentaron cuando Berjeli vació las cuentas bancarias de Guzmán y luego intentó cremar el cuerpo, pese a la negativa de la familia.
Así, se abrió una causa en contra del podólogo y se allanó su domicilio y su consultorio, ubicado en el barrio de Recoleta de la capital argentina.
Tras una serie de diligencias, se determinó la presencia de metanol y otros metales pesados en el cuerpo de Guzmán, mientras que las cámaras de seguridad del Sanatorio revelaron que Berjeli cambiaba las bolsas de suero por unas que él portaba.
Con esto, según consigna La Nación, la causa fue recalificada como "homicidio cuádruplemente agravado por el vínculo, la alevosía, el envenenamiento y la codicia" porque, presuntamente, el móvil del crimen tenía un fin económico.
De acuerdo a la línea investigativa, el podólogo pretendía heredar una propiedad radicada en Chile a nombre de la víctima y una importante suma de dinero, de unos 300 mil dólares por un seguro de vida, a las que finalmente no pudo acceder debido a que la unión civil no está reconocida en nuestro país.
Frente a las pruebas recolectadas, se ordenó la detención del imputado, que estaba viviendo en la ciudad de Mendoza. Tras varios días de vigilancias discretas, lograron detener al podólogo cuando salía de una casa ubicada en la calle Alsina al 2400.
La Policía de Mendoza colaboró con la detención y los trámites para proceder al traslado de Berjeli a la Ciudad de Buenos Aires. Luego, con intervención de la Policía Turística mendocina, el imputado fue trasladado a una Alcaidía de la Policía de la Ciudad, donde quedó alojado a disposición del juez Slupski.
A Berjeli se le decretó prisión preventiva y este lunes vence el plazo para que pueda apelar, en una causa en la que arriesga pena perpetua.
