A pedido de la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI) se realizó una sesión especial en la Cámara de Diputados para "condenar el estallido delictual ocurrido el 18 de octubre del año 2019".
En un inicio la sesión contó con la participación de 80 de los 154 parlamentarios, pero con el pasar de los minutos se redujo la convocatoria y en uno de sus puntos más bajo rondó los 45 asistentes, menos que el quórum necesario para sesionar.
No obstante, sólo se activaron las alarmas del Congreso para llamar a los diputados que estaban fuera del hemiciclo y la sesión continuó igual.
Desde la 19.30 hasta las 21.00 horas los parlamentarios discutieron sobre hechos ocurridos durante el estallido social, las motivaciones y consecuencias de las manifestaciones sociales. Asimismo, los episodios de violencia que se vivieron en los últimos meses del 2019.
Durante su intervención, el diputado Andrés Giordano (IND-FA) dijo que el 2019 ocurrió una revuelta social, no un estallido delictual y mucho menos un golpe de Estado no tradicional o una guerra como sugirió el expresidente Piñera. Y sí, tuvo excesos, y sí hubo violencia que nadie celebra, pero lamentablemente sin ellos jamás esta élite política, jamás este Congreso hubiese reaccionado para habilitar un proceso constituyente".
No obstante, dijo que "el actual Consejo Constitucional dominado por fuerzas conservadoras hoy día pretende cerrar constitucionalmente cualquier anhelo de transformación".
Por su parte, el diputado Diego Schalper (RN) señaló que "tuvimos que tomar la difícil decisión de cumplir nuestra palabra empeñada y dar una nueva oportunidad a un proceso constitucional moderado, con sistemas de frenos y contrapeso, con bases institucionales, con participación de expertos y finalmente también con representación democrática".
"Ese acuerdo amplio que surgió apareció como una nueva alternativa y si bien podrá gustarle a alguien más o menos el producto que está saliendo, lo cierto es que ha sido fruto de un procedimiento moderado, respetuoso y de diálogo constitucional", agregó.
Por otro lado, el diputado Tomás de Rementería (PS) apuntó al rol del ex Presidente Sebastián Piñera y a la oposición, que en ese tiempo era Gobierno: "Lo que tenemos acá es que no se hacen cargo de que ustedes eran gobierno, y fueron unos totales inútiles. No supieron solucionar los problemas de orden público, ni darle una salida política al estallido social. El presidente Piñera fue un total bueno para nada como gobernante. No fue capaz de solucionar los problemas que habían. No fue capaz de hacer ejercer su función presidencial".
"Háganse cargo de lo que no hicieron como lo Gobierno, porque no fueron capaces de solucionar las cosas porque las personas protestaban y tampoco fueron capaces de mantener un mínimo orden público, solo declarar la guerra y hacer algo desordenado. Así que cuando vayan a buscar culpa, búsquenla en los que gobernaban, no en nosotros”, indicó el diputado socialista.
Mientras que el diputado Sergio Bobadilla (UDI) apuntó a que “el Partido Comunista y el Frente Amplio fracasaron en el intento de derrocar al Presidente Piñera y hoy seguramente están pidiendo disculpas a los dictadores de Venezuela y Cuba, o al político español más fracasado como es Pablo Iglesias, porque no lograron el objetivo. Chile entero les dijo no al octubrismo. Chile le dijo no al que baila pasa. Ustedes hablan de paz social, pero ustedes son los que gobiernan, no nosotros. Ustedes hablan de igualdad, pero ustedes defraudan a los pobres a través de las fundaciones como Democracia Viva".
Pese a que a sesión fue convocada por la UDI, el proyecto de resolución presentado por la bancada, que buscaba "condenar, en todas sus formas, el golpe de Estado no tradicional ocurrido a partir del 18 de octubre de 2019", fue rechazado.
En la propuesta de la UDI también se condenaba "la violencia insurreccional respalda, por acción u omisión, por distintos sectores políticos, donde se intentó derrocar a un gobierno electo democráticamente por la ciudadanía, causando una grave crisis económica y de seguridad, cuyas consecuencias las siguen pagando millones de familias y trabajadores de Chile”.
