Intensos debates han marcado la agenda post 17-D y el triunfo del En Contra; entre ellos, el de la necesidad de "acuerdos" en la clase política para concentrarse en las "urgencias ciudadanas", los reparos de la oposición por apoyar las reformas del Gobierno tal como están, y el "status" en que queda la actual Carta Magna luego del cierre de la discusión constitucional, al menos, por parte del Gobierno.
Para varias voces, la actual Constitución queda entonces consolidada tras dos plebiscitos fallidos, donde la ciudadanía rechazó dos propuestas de nuevo texto, y de paso, se comienzan a reconocer todas las reformas que ha tenido esa Carta Fundamental "hecha por cuatro generales" -en palabras del Presidente Gabriel Boric-, y que en 2005 fue reformada por Ricardo Lagos, para sacar "los enclaves abiertamente propios de una dictadura".
De hecho, sólo 48 horas después de los resultados, el Presidente Boric se reunió con Lagos "para conversar el Chile largo y su futuro", según expresó el propio Mandatario -con fotografía incluida- en su cuenta de X. Y agregó: "no hay que dejar nunca de aprender de la experiencia de quienes estuvieron antes que nosotros".
No obstante, durante estos días, cuando continúan decantando los efectos del En Contra, otros nombres han descartado la idea de la "consolidación", como la ex Presidenta Michelle Bachelet.
Ayer, en el marco del seminario "¿Y ahora qué? Perspectivas para la democracia", Bachelet apuntó a los medios de comunicación que "dijeron que 'se había consolidado para siempre la Constitución del 80', cosa que creo que es un error sacar esa conclusión". Pese a ello, dijo que tras este nuevo intento "es claro que se cierra el proceso constitucional como ya se había planteado, como lo había planteado el Gobierno y como lo habían planteado también los partidos del oficialismo y esto ha sido reafirmado estos días".
Los dichos de la ex Mandataria -quien durante su segundo gobierno también avanzó en un proceso de asambleas constituyentes y una propuesta sin eco en el Parlamento-, apuntan a otros análisis que habían surgido estos días, donde, por el contrario, no quedan dudas de la ratificación y legitimación de la Constitución.
Reformas: Un "cambio de espíritu" de la actual Carta Magna
Así lo planteó a Emol el sociólogo y ensayista, Ernesto Ottone, para quien incluso es "absurdo que se siga hablando de la legitimación" luego de los dos plebiscitos.
"Esa Constitución del '80, generada sin legitimidad originaria, porque no vivíamos en democracia en aquel momento, posteriormente, la característica de la transición democrática chilena, es que se hizo con esa Constitución, pero se le hicieron 70 reformas, es decir, el espíritu que hay en ese texto ha variado enormemente, y la variación principal se hizo en el Gobierno de Ricardo Lagos y por eso lleva su firma", comentó.
En esa línea, Ottone se preguntó "
ahora, ¿esa es una Constitución democrática después de todo esto que ha pasado? Yo creo que sí. ¿Es una Constitución que necesita reformas? Sí, necesita reformas, porque tiene todavía una determinada carga ideológica, pero que eso lo hagan las instituciones democráticas, y que lo hagan sin ruido, sin tanto escándalo (...) pero yo creo que este ciclo, esta discusión, está terminado".
Mauricio Morales, analista político y académico de la U. de Talca, señalaba en este punto y a la luz de los resultados, que "la Constitución queda ratificada, legitimada, y validada desde toda perspectiva. Esta Constitución habría derrotado a dos propuestas constitucionales, transformándose en un texto imbatible que, si bien requiere de reformas, demuestra su solidez y, de paso, confirma que la Constitución nunca fue un problema en Chile".
En la misma línea, Marco Moreno, analista político y académico de la Universidad Central, comentó que lo que hace el Plebiscito es "legitimar estas reglas del juego", recordando que "el cuestionamiento de base que ha tenido la actual Carta Magna es la legitimidad de origen, por la manera en que fue hecha entre cuatro generales, no ratificada". Por lo tanto, en este escenario de ganar el En Contra, "querría decir entonces que este texto constitucional, ya no tendría el problema de legitimidad de origen, porque ésta sería refrendada este Plebiscito".
Miguel Ángel López, analista político de la Universidad de Chile, precisó por su parte que, con el triunfo el En Contra y como no existe ninguna propuesta concreta para un tercer proceso, "la Constitución del '80 y reformada el 2005, queda automáticamente vigente (...) y por lo mismo, si es que se decidiera realizar un tercer proceso, el Parlamento deberá buscar una reforma a la Constitución actual".
En tanto, el analista electoral y ex diputado, Pepe Auth, reflexionaba que "está tan agotada la población, está tan alejada de la voluntad de cambio que dominó la escena entre 2019 y 2021, que en verdad cualquier candidato presidencial que plantee un nuevo proceso constituyente va a ser repudiado por varios años y obviamente la Constitución vigente tiene más consensos políticos que la propuesta, porque la Constitución propuesta tiene el apoyo de republicanos y de Chile Vamos que la elaboró y algunas formaciones de centro".
"Pero la vigente tiene también el apoyo de republicanos y Chile Vamos, y ahora de la centroizquierda que recuperó el habla y defiende lo hecho y la izquierda radical que tiene que reconocer que ya no era la Constitución de Pinochet. Entonces el consenso político sobre la Constitución vigente es mucho mayor que el que puede tener la Constitución propuesta, sin duda alguna, desde ese punto de vista la estabilidad del país está más asegurada si se ratifica la Constitución vigente, porque es de unidad hoy", cerró.