Al momento de fallecer, el ex Presidente Sebastián Piñera ya tenía 20 años de experiencia como piloto y contaba con su licencia al día, al igual igual que el resto de los controles. Un cercano recuerda que "era un gran piloto, de muchos años Muchísimos años de experiencia". Coincide otro amigo, quien agrega que su helicóptero, un Robinson R44, "no lo había querido cambiar, no le gustaban más grandes. "Le encantaba volar", añade el cercano. "Era audaz, pero siempre midiendo los riesgos. Volaba con sus hijos, con sus amigos cercanos y volaba cada vez que podía. En 2006, por ejemplo, el día de la segunda vuelta de la elección presidencial contra Michelle Bachelet, salió a recorrer la Región Metropolitana en su helicóptero, y cuando aterrizó en el aeródromo de Tobalaba previo a reconocer su derrota en los comicios, confesó: Volar por los cielos tranquiliza el alma".