Más de 48 horas activo cumplió el incendio forestal que afecta a la comuna de Tirúa, en la Región del Biobío. El siniestro comenzó en la tarde del sábado y hasta la tarde de ayer ya había consumido más de 170 hectáreas, obligando el despliegue de Bomberos y de brigadas terrestres y aéreas de la Conaf. Uno de los puntos más complejos de este foco es que el fuego se ha acercado a zonas pobladas, lo que forzó a decretar alerta roja y activar el Sistema de Alerta de Emergencia para las zonas de Tranaquepe Alto y Ranquilhue Chico. Con todo, lo que más ha llamado la atención de este siniestro es su carácter multifocal. Solo durante el domingo se detectaron cerca de 19 focos nuevos, lo que ha alimentado sospechas de intencionalidad. A esto se suma que durante la tarde de ese día se habrían escuchado disparos, por lo que se debió suspender el uso de aeronaves. Juan José Ugarte, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), asegura que "esto constituye un hecho gravísimo, claramente planificado, ya que se hizo al final del día, cuando las aeronaves no pueden despegar para combatir el incendio, y durante el fin de semana se habían escuchado disparos en esa misma zona".