Entre los distintos desafíos que enfrenta hoy el sistema escolar, probablemente el más urgente es la demanda insatisfecha de matrículas en distintos puntos del país, que mantiene a familias sin cupo para que sus hijos asistan al colegio. Según académicos y las autoridades del Ministerio de Educación (Mineduc), el drama responde a un problema de organización de la oferta educativa, sobre todo en la enseñanza media, y otros fenómenos como la inmigración. De hecho, el ministro Nicolás Cataldo (PC) planteó que desde 2022 se han entregado 150 mil RUT provisorios para que familias inmigrantes se inscriban a la escuela. Ello, detalló, se traduce en que se requieren unos 300 establecimientos educativos. Mientras persiste el problema en el fallido Sistema de Admisión Escolar (SAE), sostenedores insisten en que actualmente no es atractivo abrir nuevos colegios, dadas las restricciones que desde 2016 instalo la Ley de Inclusión. Por ejemplo, la norma no permite a particulares iniciar proyectos escolares en zonas donde ya haya uno de similares características. También se establece que deben ser dueños de la infraestructura, el terreno y que no pueden lucrar. Las autoridades han defendido que no es que falten cupos en el país, aunque admiten que están mal distribuidos: mientras en algunas zonas sobran, en otras no son suficientes para todos los escolares.