José García Ruminot (68) cuenta que fue en enero cuando su compañero del comité RN Manuel José Ossandón comenzó a manifestar entre sus pares la idea de que su nombre se impulsara como carta para ser el nuevo presidente del Senado. La idea parecía ser solo testimonial.
"Lo pensé así incluso cuando entré a la sala ese día martes a las 16 horas antes de votar la nueva mesa", dice. Y es que ese plan no se veía nada fácil de conseguir, pues RN (que no era parte del acuerdo) debía convencer a sus socios de la UDI y Evópoli de dejar atrás su pacto con el oficialismo, que implicaba que este año la presidencia del Senado la asumiera un representante PPD. Pero, como a veces ocurre en política, lo inesperado finalmente sucedió: Chile Vamos acusó que la izquierda no respetaba íntegramente el acuerdo al no despejar que Ximena Rincón (Demócratas) asumiría en la comisión de Hacienda y cuestionaba que ella en este período pasó de la DC a un nuevo partido. Con ello, el conglomerado dio por desahuciado cualquier entendimiento y configuró una mayoría para poner a la oposición a la cabeza de la institución. "Cada uno se verá en su mérito.
No hay acá un interés de decir que porque llegamos a la mesa del Senado aquí se frenó toda la agenda del Gobierno, se frenaron las reformas. No. Se tienen que discutir, como se discute en el Senado, con seriedad, buscando acuerdos. Tenemos que procurar que funcione sin interrupciones y ojalá dentro de un clima de armonía y tranquilidad", señala.
Revisa la noticia completa en la edición de hoy de
"El Mercurio".