Apenas dos semanas y media restan para la penúltima Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric y las expectativas en su sector están muy altas, pues se trata de la que consideran la última oportunidad para hacer compromisos amplios que puedan tener alguna posibilidad de cumplirse o tramitarse en lo que queda de gobierno. En ese marco es que han surgido voces del oficialismo que resienten la falta de avance en puntos importantes del programa que llevó a Apruebo Dignidad a La Moneda, como la condonación del CAE, el pago a la deuda histórica de los profesores, reforma tributaria, temas de descentralización, salud y pensiones. El tema ha enfrentado a sectores de Apruebo Dignidad con Socialismo Democrático, y ha generado en esa línea críticas de parte del PC al mismo ministro de Hacienda, Mario Marcel, por la necesidad de mayores recursos para satisfacer aquellas demandas. "El ministro
Nicolás Cataldo, él llega a heredar un proceso pantanoso y que no resuelve, y el gran argumento para no resolver, lo diga él o no, es la falta de recursos", decía a principios de mes el presidente del PC, Lautaro Carmona, al respecto. En ese marco, esta tercera Cuenta Pública ha dividido aguas en el oficialismo. Por un lado, están aquellos dirigentes que insisten en la necesidad de cumplir las promesas que se hicieron en determinados temas, clave para el sector, y otros más pragmáticos, que reconocen que las prioridades cambiaron y piden enfocar la última parte de la administración en resolver asuntos como la reforma previsional o mejoras en seguridad. El diputado RD Andrés Giordano plantea, por ejemplo, que "el programa de Gobierno siempre debe ser la hoja de ruta de la rendición de cuentas del Presidente. A ello se han sumado contingencias que no estaban presupuestadas, pero eso en ningún caso puede implicar un golpe de timón".