Presidente Gabriel Boric en Suecia.
El Mercurio
Este viernes, desde Suecia, el Presidente Gabriel Boric fue consultado por la tensión que existe en la Universidad de Chile, en concreto, por las denuncias que han hecho algunos profesores porque presuntamente estarían siendo marcados con pintura para poder ingresar a las instalaciones.
Esto, luego que alumnos del campus Juan Gómez Millas se sumaran al las manifestaciones que desde mediados de junio se vienen realizando en la Casa Central, como medida de presión -incluyendo una acampada- para que el plantel corte convenios con universidades israelíes.
Si bien el Mandatario dijo no estar al tanto de los marcajes, dijo que "si eso es así, me parece gravísimo, me parece inaceptable, marcar a una persona, profesor, estudiante, funcionario o trabajador por pensar distinto, creo que es algo que no debe tener cabida, ni en una universidad ni en ninguna parte".
"Por lo tanto, quienes lo hacen, quienes hayan hecho algo así; de haber sucedido, merece el total repudio, no solamente de la comunidad universitaria, sino de todos quienes creamos en la libertad expresión y democracia en nuestro país".
Respecto a la rectora Devés, Boric afirmó que conversó con ella durante esta gira "y me parece que hay un tema muy de fondo en la posición que ha planteado la rectora de la U. de Chile. La universidad, particularmente la U. de Chile, tiene que ser un espacio, como decía Andrés Bello, todas las verdades se toquen y, por lo tanto, todos los puntos de vista se puedan debatir".
"Y se tienen que debatir, sin lugar a dudas, sin amenazas, sin agresiones, y sin coartar la libertad de expresión del otro", añadió.
El Presidente recordó además que "yo he tenido una posición muy clara y contundente respecto al conflicto hoy día en Gaza. Creo que lo que está realizando el ejército israelí en Gaza es una masacre, creo que esto tiene que parar, nos hemos hecho parte de la demanda que presentó Sudáfrica en la Corte de Justicia Internacional (CIJ), hemos respaldado las medidas de la corte, que ha encargado como criminales de guerra a Netanyahu y su ministro de guerra, y a los dos principales líderes de Hamás".
"Y por lo tanto, no tengo ninguna duda de cómo tener que actuar como país respecto a ese conflicto. Eso no puede significar que a quienes piensen distinto, se les apunte, se les maltrate, o se les humille", subrayó.