A lo largo de la tradición diplomática chilena, son pocos los casos de embajadores que han tenido que abandonar sus destinaciones por motivos políticos. Dos de esos casos han ocurrido durante la administración de Gabriel Boric. Aunque por razones distintas, el representante diplomático chileno en Israel tuvo que retornar a Santiago por el conflicto en Gaza y la semana pasada Jaime Gazmuri (PS) se enteró por X, mientras daba una entrevista, que el régimen de Nicolás Maduro le exigía abandonar Venezuela en un plazo de 72 horas a raíz de que La Moneda no había reconocido los resultados que dieron como ganador al chavismo en las elecciones del 28 de julio. Gazmuri, un experimentado político de 80 años, pasaba sus días dictando resoluciones en el Tricel metropolitano hasta abril de 2023, cuando el canciller Alberto van Klaveren le pidió asumir la embajada en Caracas. El exsenador ya tenía experiencia en el rubro puesto que fue embajador en Brasil designado por Michelle Bachelet. Fue uno de los fundadores del Mapu y luego del golpe de Estado tuvo que exiliarse en Italia y Argentina. Por distintos vaivenes políticos, esta vez fue un gobierno de izquierda el que le pidió abandonar su misión diplomática y ser un "embajador sin embajada", como él mismo se autodefine esbozando una sonrisa.
