China ostenta por ahora el tener el supercomputador más rápido del mundo: el Tianhe-2.
El Mercurio / Archivo
WASHINGTON.- Un supercomputador que sea 20 veces más rápido del que hoy ostenta el récord de ser el más veloz del planeta, es una de las misiones que el presidente estadounidense Barack Obama le asignó a la National Strategic Computing Initiative (NSCI), un ente recién formado a través de una orden ejecutiva del mandatario.
La idea central de esta nueva institución es que Estados Unidos sea líder en el campo informático en los próximos años, según informó la Casa Blanca en su
sitio web, donde detalla que "durante la próxima década la meta es construir supercomputadores capaces de un exaFLOPS (10
18 operaciones por segundo)".
Con la capacidad de realizar un trillón de cálculos cada segundo, estos computadores superarían al Tianhe-2, el supercomputador que tiene el récord de ser el más veloz del planeta en la actualidad y que se encuentra en el Centro Informático National de China en Cantón, con una capacidad de 33,86 petaFLOPS, casi el doble del equipo que lo sigue de bandera estadounidense.
Estados Unidos busca que con estos nuevos equipos se puedan realizar simulaciones de alta complejidad y se pueda brindar ayuda a la investigación científica. Por ejemplo, se podrían analizar datos climáticos para realizar pronósticos más acertados o asistir a diagnósticos de cáncer a través del análisis de imágenes captadas con rayos-X.
Richard Kenway, experto de la Universidad de Edimburgo, dijo a la BBC que el plan es "acertado" en términos de estrategia, ya que no sólo implica la ambición de desarrollar nuevo hardware, sino que también mejorar el análisis de la "big data".
Los avances, según Kenway, podrían ser aplicados al desarrollo de medicinas personalizadas para cada paciente. "Hoy las medicinas son diseñadas para el ser humano promedio y funcionan correctamente para alguna gente, pero para otras no", afirmó.
"El desafío real en la medicina de precisión es pasar del diseño de drogas promedio al de drogas individuales, porque (con los datos analizados) puedes conocer su genoma y su estilo de vida", agregó el especialista.
La iniciativa estadounidense, firmada esta semana por Obama, es una clara apuesta por poner en jaque el dominio que tiene China en este campo. "Estados Unidos ha despertado ante el hecho de que si quiere mantenerse en la carrera, tendrá que invertir", aseguró Mark Parsons, del Edinburgh Parallel Computing Centre (EPCC).
Los especialistas coinciden en que construir un computador con estas capacidades no es una tarea trivial y que requiere años de investigación. Uno de los obstáculos es hacer que sea energéticamente más eficiente, ya que de cualquier forma los requerimientos serían altísimos, de alrededor de 60 megawatts. "Serían unos 60 millones de libras (93,76 millones de dólares) anuales sólo de cuenta eléctrica anual", afirmó Parsons.