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Semillas tolerantes a la sequía podrían ser usadas en países árabes

La cosecha de alimentos cultivados con biotecnología podría beneficiar a la población residente en países de climas áridos.

19 de Enero de 2016 | 15:10 | EFE
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INIA
ROMA.- Las semillas tolerantes a la sequía tienen un gran potencial en las zonas áridas de los países árabes como una de las fórmulas para mejorar el rendimiento de los cereales, indicó hoy en Roma el especialista Mahmud Solh.

El director general del Centro Internacional para las Investigaciones Agrícolas en las Zonas Áridas (ICARDA) destacó en una conferencia en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los últimos avances en el mejoramiento convencional de cultivos y por medio de biotecnologías.

Entre las variedades con tolerancia a la sequía y otras formas de estrés, Solh citó una especie de trigo sintético y otra resistente a la roya, enfermedad que afecta a distintos granos.

También hay variedades tolerantes al calor que están creciendo en Sudán y que fueron llevadas a Nigeria y otros países de África subsahariana, afirmó el responsable de ICARDA, centro que cuenta con una colección de unas 147.000 muestras de semillas, procedentes sobre todo de tierras áridas.

La gestión del agua en países donde escasea este recurso es otro de los puntos clave para perfeccionar las prácticas agrícolas y, en ese sentido, Solh alabó los esfuerzos de Marruecos en áreas donde suele llover, los de Egipto en las zonas irrigadas y los de Jordania en las de tipo marginal.

Igualmente se refirió a los trabajos en Túnez y Siria para aumentar el rendimiento del trigo, si bien este último país sufre las consecuencias del conflicto desde 2011.

Hasta principios de la década de 1990 Siria importaba trigo, pero a partir de 2004 comenzó a ser autosuficiente debido a la mejora de las variedades, la gestión de los cultivos, los sistemas de irrigación y el uso de fertilizantes, según Solh.

Un enfoque integrado que, aunque no ha podido evolucionar por culpa de la guerra, demuestra que la suma de diferentes prácticas puede impulsar la productividad de los cereales, incluso en las zonas áridas, a juicio del experto.

Según la FAO, el maíz, el arroz y el trigo representan el 42,5 % de todas las calorías humanas y su cosecha deberá ser perfeccionada para evitar la degradación de los ecosistemas que ha causado el modelo actual, caracterizado por prácticas como el monocultivo o la sobreexplotación de los acuíferos.

Se espera que para 2050 la demanda anual de esos tres cereales ascienda a 3.300 millones de toneladas, 800 millones más que la cosecha récord de 2014.

Para garantizar su producción sostenible, la agencia de la ONU llama a mejorar la variedad de cultivos, conservar los suelos de manera orgánica, utilizar la rotación de cultivos y diversificar la producción de cereales integrándola con árboles, legumbres, ganado y acuicultura, entre otras prácticas