Después de semanas en la playa, el campo o incluso, la ciudad, disfrutando las vacaciones, la llega de marzo se nos asoma como un verdadero enemigo.
¿Qué pasa cuando se acerca la hora de volver al trabajo?... La realidad nos indica que es “normal” que nos angustiemos y sintamos que el tiempo pasó demasiado rápido y que, por ello, debemos aprovechar los últimos momentos.
¿Cómo ayudarnos?... No hay recetas fijas, pero es recomendable dejar uno o dos días en casa, antes de retornar al trabajo, para reponerse del cansancio de los viajes y afinar los últimos detalles. Es muy importante no desmoronarse ante la vuelta a la rutina, aprovechar la tranquilidad ganada y tomarse las cosas con humor y con mucha calma.
Cuando vuelva al trabajo –ojalá no un lunes-, no pretenda, en el primer día, abrir todos los mails ni ponerse de inmediato “al día”, porque entonces, en tan sólo unas horas, se volverá a estresar.
Comparta con sus compañeros, relate sus vacaciones (así las revivirá por momentos) y aproveche, desde ya, de tomar una sabia determinación: darse, durante todo el año, “momentos de vacaciones”...
Simple, trate de irse a una hora prudente del trabajo, realice algún deporte, júntese con su pareja o familia a comer o a tomar un trago. Esto lo ayudará a liberar tensiones y el deporte a secretar endorfinas (hormona generadora de placer). Si lo prefiere, también puede realizar yoga, o alguna actividad de relajación, para no enfrentar las próximas vacaciones con el nivel de estrés ya conocido.
Pero aquí también hay una salvedad: no hay que perder de vista el uso del término; el “estrés” es un factor positivo, que prepara o predispone al ser humano para la acción. El “estrés negativo”, o “distrés”, es aquello que nosotros generalmente calificamos como “estrés” y que implica, entre otros síntomas, dolores de cabeza, jaquecas, úlceras, insomnio, problemas respiratorios, dolores de espalda, irritabilidad, hipersensibilidad, ansiedad y angustia. Es de este estrés negativo del que nos debemos reponer y aprender a evitarlo o controlarlo.
Aproveche los fines de semana para dormir, organizar paseos, etc. Es fundamental para su salud, y para su felicidad, vivir intensamente estos momentos: le ayudarán a aguantar de buena forma el ritmo de trabajo, hasta el próximo período de descanso, que hoy se ve tan lejano. Recuerde que el ciclo vacacional es el momento para cargarse de energía, lo que le permitirá retomar las actividades laborales con una mejor disposición, humor y salud.
