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Uñas para lucirse

Parecen ser la nueva gran preocupación en materia de belleza, no en vano cada vez son más los centros especializados y servicios que se ofrecen. El objetivo, tener uñas fuertes y saludables a partir de cuidados tan sencillos como baños de parafina, manicure y el uso de los mejores esmaltes.

15 de Abril de 2005 | 10:10 |
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Al igual que el pelo, las uñas tienen como principal componente la queratina, que se combina con agua y grasa para formar una capa córnea transparente. Se sabe que las uñas nunca dejan de crecer, aunque con la edad lo hacen más lento. Se estima que crecen un milímetro por semana, lo que significa que una uña necesita seis meses para renovarse por completo.

Que estén perfectas, no sólo depende del corte o el color del esmalte, sino también de la atención que se preste a problemas puntuales como manchas blancas o uñas quebradizas, los que muchas veces tienen relación con causas internas. En el primer caso, se sabe que el color blanco se produce como resultado de un pequeño traumatismo, o bien como una alteración de la refracción de la luz por la destrucción de la queratina. Se sabe también que pueden tener relación con algún déficit nutritivo, especialmente de vitamina B o zinc.

Otro problema típico es su extrema fragilidad, que las hace quebradizas. Puede deberse a agresiones externas como el continuo contacto con productos de limpieza, o la carencia de vitamina B en la dieta. En otras ocasiones, como es el caso de los surcos, suelen producirse porque la queratina es anómala y la superficie de la uña se hunde por traumatismos, anemias, déficit de vitaminas B o calcio. Y cuando se aprecian los bordes en capas, tiene que ver con traumatismos mínimos, problemas de circulación o falta de vitamina A, calcio o hierro.

Pese a lo delicadas o falta de cuidados que estén, existen formas de garantizar la salud y plena forma de las uñas. Lo primero es poner atención en el corte. Puede ser oval o cuadrado, lo importante es evitar que los extremos se claven en los costados. Enseguida se requiere limar las asperezas tras el corte, para lo que es importante llevar la lima desde el costado de la uña al centro y siempre en el mismo sentido. No es bueno limar la superficie, ya que podría afinarla y provocar que se escame. En cuanto a las cutículas, la regla es no cortarlas, sino correrlas hacia atrás. Para ello existen cremas removedoras de cutículas, o si se desea se puede utilizar el tradicional palito de naranjo, secreto de naturaleza.

Siempre será útil aprovechar la acción de los endurecedores, sobre todo si las uñas son muy frágiles. Éstos fortalecen y evitan los agrietamientos de la uña. También hay productos enriquecidos con vitaminas y minerales que actúan como verdaderas curas de nutrición. Otra buena rutina es hidratar las uñas, ya sea aplicando un aceite o una crema mediante un leve masaje.

En cuanto al quitaesmalte, si bien es necesario, no hay que abusar de él, porque las mismas sustancias que disuelven las resinas del color resecan la queratina. La recomendación es escoger uno que no contenga acetona.


El color

Cada temporada se renueva el colorido de los esmaltes, lo que hace que contemos con tonos mate o satinados, o bien con destellos de luz en dorado o plata. Las opciones van desde lo más natural con esmaltes en la gama de los beige, hasta alternativas más atrevidas en tonos berries y café. Para quienes prefieren un estilo más natural siempre habrá alternativas en tonos pastel.

En cuanto a la fórmula de los nuevos esmaltes, la mayoría está enriquecida con propiedades nutritivas y endurecedoras, lo que las hace aptas incluso para las más sensibles. De todas formas, nunca está de más que antes de pintar las uñas se aplique una base protectora que prolongue la duración del color. Y se aconseja nunca soplar para que se sequen antes, la humedad del aliento reblandece el esmalte y no permite que se fije como debe.

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