Es hora de aprovechar para realizar una limpieza profunda; es recomendable acumular las hojas que caen para que se conviertan en una excelente materia orgánica, eliminar flores secas y ramillas quebradas e incorporarlas a la mezcla. También se debe incluir un picado profundo de macizos para mover la tierra y mejorar la aireación del terreno, teniendo cuidado con las raíces superficiales. Esta labor nos permitirá aprovechar mejor los abonos que incorporemos luego del invierno.
En el prado, eliminar malezas que están adquiriendo un color amarillo, como la chépica y la bermuda, que presentan en manchas que en verano no se detectan fácilmente por su color verde; en este tiempo se ponen amarillas y con crecimiento de guías, lo que permite distinguirlas y eliminarlas con mayor facilidad.
En lugares donde se desmalezó o que están ralos por efecto del verano es conveniente resembrar y abonar con productos compuestos. Realizar prados nuevos es excelente en esta época ya que disminuimos el ataque de hongos y malezas.
Las labores de limpieza y orden en el jardín son para prepararnos para la poda, que se comienza a realizar en el mes de junio, cuando las especies se encuentran en receso vegetativo y no se afecta su sistema fisiológico.
Hay especies sensibles al frío, se deben proteger bajo un alero y postergar su poda para fines del invierno como son hibiscos, fucsias, etc.
Las plantas de interior que sacamos en el verano, deben volver a su sitio donde se eviten cambios bruscos de temperatura.
Cristina Auda Martínez
Ingeniero agrónomo y paisajista
cristinaauda@hotmail.com
