Aunque no es el primer rapa nui conocido fuera de la isla, Hotuiti reconoce que siente el peso de ser un representante de su etnia. “Yo le digo a todos que no soy el embajador de la isla en Chile, que soy un cristiano más de Rapa Nui que se vino a un lugar y que vive como rapa nui, muchas veces más domesticado que el resto”.
A la isla va sólo un mes en el verano y su sueño, es volver a la isla, hacerse cargo de algún proyecto importante, tener una familia y criar a sus hijos allá. Pero, apura, que tiene recién 28 años.
Con el tiempo, adquirió modismos chilenos, pero mantiene su lengua y cuando se enoja dice una serie de garabatos en rapanui. “Sigo siendo pascuense… a mi manera”, dice.
-¿Cómo es eso?
“Así” (y se abre de manos).
-¿Cómo ves a los continentales?
“Es que puedo decir cosas lindas y feas. Habría que hacer todo un análisis, conozco este país desde Arica hasta Punta Arenas y todos los pueblos tienen una manera distinta de ser; se nota mucho que hay algunos que son muy conservadores”.
-¿Sientes que se mantiene la enemistad de los pascuenses y los continentales?
“Tenemos una forma de pensar muy distinta y no son compatibles. Es compatible para el chileno que va a la isla y respeta las reglas del lugar, pero eso no es así. El chileno, cuando está fuera de su casa es el más pesado, el más prepotente, el más arrogante y para que voy a seguir con una lista de calificativos que no son muy lindos”.
-¿Crees que seguimos mirando en menos a los pascuenses?
“La verdad es que no es que nos miren en menos, pero es como ahí el indio y nosotros estamos en la ciudad, somos más desarrollados. Y creo que cuando van para allá se dan cuenta que es al revés, que nosotros miramos como para abajo a los pueblos de acá, porque son pobres de cultura.
“Yo le pregunto a la gente ¿sabís de a dónde vienes? Y me dicen soy inglés, pero les digo defínete y no pueden. Si voy a Europa y digo soy de Rapa Nui, muestro la isla, bailo, canto y me reconocen; a los chilenos les dicen tienen ricos salmones y son buenos los vinos y se acabó. Eso no es tener tus raíces muy definidas”.
-¿Piensas que el estereotipo de que son flojos y alcohólicos se mantiene?
“Si hay una población de 3 mil habitantes, donde ocurre un asesinato cada 10 años se dice hay asesinos en Rapa Nui, pero con esa cantidad de población, claro. Pero abre “El Mercurio”… asaltos, robos, drogas.
“He estado en fiestas en donde hay 8 mil personas y están todos ebrios y ellos doblan la cantidad de personas que viven en mi tierra. Con ese porcentaje, yo digo que los chilenos son todos alcohólicos. ¿Por qué dicen eso de mi lugar?”.
-Hay una imagen en torno a los yorgos, medio salvaje ¿Te hubiera gustado ser uno de ellos?
“Tenía la opción; o me venía a estudiar o era un yorgo”.
-¿Habrías vivido en cuevas? ¿O tu madre te habría domesticado?
“Más de la mitad de mi vida me he tirado a pescar, a cazar, en el mar, he cosechado plátanos, he comido con la mano porque el pescado se asa arriba de las piedras. No tengo ningún problema. El tema de los yorgos es que no les gustan los chilenos, creen que son los peores turistas, que tienen las peores costumbres”.
-¿Crees que los pascuenses han sido abandonados?
“Sí. Te pongo ejemplos, yo me tuve que venir a Santiago a estudiar para poder entrar a la universidad. Dependemos para todo de Valparaíso y es la comuna que tiene más deudas. No tienes el mínimo derecho a la salud, tú tienes un accidente en la isla y te mueres. Mi prima que tiene 24 años, la vio el pediatra”.
-¿Eres de los de la idea de pertenecer a la Polinesia Francesa?
“Hubo un tiempo que sí. Como dicen mis amigos de la isla lamentablemente no estamos bajo el ala de un país desarrollado, estamos en un país tercer mundista, en cambio, Tahiti tiene a Francia, que invirtió miles de millones de dólares, pero como ahora se independizó, lo están pasando mal”.
-¿Te has sentido discriminado?
“No, por lo menos, no he vivido una suerte de xenofobia”.
-O sea, en tu caso, tus rasgos exóticos han sido un plus.
“Sí, he estado haciendo un análisis de mi posicionamiento en el mercado (contesta medio en broma) y a lo mejor no es muy objetivo. Le gusto mucho a las abuelitas, a las mamás, bueno a las mujeres en general”.
