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La flexibilización de los derechos de la mujer

ComunidadMujer tomó una apuesta arriesgada; modificar ciertos derechos como el post natal y el fuero maternal para así romper la rigidez del mercado, facilitar el trabajo de la mujer y beneficiar la familia. Esta consejera explica el porqué.

16 de Febrero de 2006 | 09:09 |
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Algunos se quedaron con la sensación de que “el mujerazo”, como se denomina hoy el encuentro de los cuatro candidatos presidenciales en el Diego Portales, mandó al olvido la serie de propuestas que ComunidadMujer hizo entonces y que dicen relación con las políticas necesarias para facilitar el ingreso de las chilenas al mundo laboral.

Sin embargo, dentro de sus organizadoras la sensación es de satisfacción, porque en medio de la vorágine electoral, pese a lo anecdótico de la pifiadera, la denominada agenda de la mujer fue puesta en la agenda pública al igual que la pobreza, la economía y otros.

La consejera de ComunidadMujer, Carolina Schmidt, fue la encargada de dirigir uno de los grupos de trabajo que, durante el año, se abocó a los temas laborales y las trabas que se presentan.

Ingeniera comercial, reparte su tiempo entre su familia, la agrupación femenina, la gerencia general de las revistas Capital, ED y Paparazzi, el directorio de la viña Tabalí y la Asociación Nacional de la Prensa.

-¿Frustrada con el mujerazo porque las propuestas sobre la mujer no pudieron ser debatidas?
“Contenta de que se escuche claramente, que hay una fuerza femenina y voz de mujer que era el concepto detrás del evento, es decir, que las mujeres sí tienen un aporte que hacer a la sociedad, que sí están preocupadas de participar y creen que pueden agregar una mirada más humana porque hay varios temas pendientes y rezagados en la incorporación de la mujer al mundo público y del hombre al privado”.
“Ahora, es difícil analizar propuestas, bajo una perspectiva más técnica, en un evento de carácter masivo, donde sólo se quiere marcar presencias; ése no era el lugar para debatir, era el lugar para decir que las mujeres tienen una voz y que quieren ser escuchadas”.

-A más de un mes del encuentro, han tenido algún feedback desde las cuatro candidaturas respecto a lo que ComunidadMujer (CM) propuso?
“Feedback hemos tenido varios respecto de la intención de legislar para realizar algunos cambios que permitan una mejor incorporación de la mujer al trabajo y una mejor compatibilización de familia-trabajo.
“Tenemos propuestas concretas, pero mi impresión es que éste no es el minuto para analizarla, es el minuto para conseguir los votos y, claramente, no van a analizarlas en profundidad si no saben si van a estar en el gobierno o no”.

-Ustedes acuñaron el término “impuesto mujer”. ¿A qué apuntan?
“Básicamente, a la serie de costos que se aplican a la mujer, pero que son costos sociales y familiares, como la educación y cuidado de los hijos que se asigna directamente a ella, cuestión que dificulta y encarece su contratación en el mercado del trabajo y con ello, le impide aportar a su familia, que es la razón por la que quiere trabajar. Los hijos no son una carga de las mujeres, son el mayor aporte que mujeres y hombres hacemos a la sociedad, por lo que hagamos todos responsables de ellos. No son algo de una de las partes y el impuesto tiene que ver con eso, con los costos que se dan por el sólo hecho de ser mujer y no la productividad como la norma de las 20 trabajadoras mujeres para tener derecho a sala cuna”.

-El diagnóstico que hacen ustedes se arrastra hace años, diferencia en los sueldos, discriminación laboral. ¿Por qué estos temas no han logrado una prioridad en la agenda política?
“Quizás sea porque hasta hace poco todavía se discutía si era beneficioso o no que la mujer trabajara y cuáles eran sus efectos en la familia y los hijos. Recién ahora hay un consenso universal de que la incorporación de la mujer al mundo del trabajo es un hecho irreversible”.

-¿La agenda mujer no es tan prioritaria frente a temas sociales más urgentes?
“Si tú sostienes que la pobreza y la desigualdad es lo más urgente, una de las principales forma para superarlo es que más de un miembro de la familia trabaje y ésa es la mujer. No creo que todos los candidatos tengan el tema “de la mujer” como una prioridad, pero si lo es superar la pobreza y ahí, que la mujer trabaje es una medida súper efectiva. De hecho, si se ven casos como Irlanda, uno podría decir que se puede crecer 2 puntos más sólo atacando esta variable.
“Si lo miras solamente como una reivindicación femenina, claramente, hay prioridades mucho más importantes, pero no es el objetivo de CM hacerlo, si no que ayudar para que más mujeres puedan participar del mundo público. En la encuesta que hicimos en todo Chile, lo que más quieren ellas es tener un trabajo”.

-Insisto, hay temas que afectan a la mujer y la necesidad de atacarlas se caen de maduras y aún no se reforman como la norma que establece un tope para el derecho de sala cuna o la flexibilización del pre y post natal.
“Sí, se caen de maduro. Sobre el artículo del Código del Trabajo que establece el pago de sala cuna para las empresas con 20 o más trabajadoras hay consenso de que eso es discriminatorio, pero, a nuestro juicio, no se ha modificado porque no hay un financiamiento alternativo que reemplace esta ley, ya que cuando se postula dar el derecho a todos, en general, empiezan a saltar aquellos que dicen que van a quebrar todas las pequeñas y microempresas.
“En el caso del pre y post natal hay una oposición fuerte de los trabajadores porque consideran que se puede prestar para abusos importantes del empleador sobre mujeres con menos capacidad de defensa. Y aquí hay una variada gama de argumentos, incluidas del Sernam, que dice que afectaría la cotización de las mujeres.
“En definitiva, el tema pasa porque no se cometan injusticias, no retroceder en derechos que ya fueron adquiridos y las consideraciones de tipo político en cuanto que se ve como que se las está perjudicando, igual que al hijo”.

Carolina explica que todo conspira contra la mujer porque los costos indirectos que tiene hace que sean vistas más caras que los hombres, aún cuando la diferencia real es sólo de 1,8% más que el hombre, pero que se ha traducido en diferencias salariales de hasta 24% y mayores tasas de desempleo.

No sólo el fuero, si no que la contratación de reemplazos, las licencias por enfermedad (las cifras dicen que el último año los niños menores de un año se enfermaron gravemente 64 días promedio justo después del post natal), que además se prestan para abusos, inciden en lo anterior y por eso, CM que se atrevió a dar pasos avezados en varias materias como el fuero maternal de madre con hijo menor de un año y la cobertura de educación preescolar.

En el primer capítulo postulan flexibilizar el período de post natal de manera que la trabajadora pueda pactar jornadas parciales por un período equivalente a los 84 días; limitar la aplicación del fuero para las trabajadoras temporales; eliminar el fuero para quienes ingresan al trabajo después del parto y limitar la aplicación del fuero sólo para los derechos que justifican su existencia.

En el caso de la cobertura de educación preescolar, lo que postula CM es crear un fondo tripartito en el que concurran los trabajadores, la empresa y el Estado. Con esto se logra eliminar la norma que discrimina la contratación de mujeres por el tope de 20 empleadas; es solidario porque la cotización la hacen todos los trabajadores con hijos o no en edad de recibir el beneficio; el fondo lo administra un organismo privado que paga directamente al cuidador del niño elegido libremente por la madre y se asegura cobertura del subsidio en los quintiles más pobres.

-¿Algunas propuestas de ustedes como las del fuero pueden ser consideradas una vulneración de derechos?
“Sí, pero lo que nosotros proponemos es mirar estos temas como un todo y no de un solo lado. Lo que nosotros queremos es que la sociedad completa vea cómo podemos estar todos mejor, que la familia esté mejor; no se trata aquí de mis derechos de mujer, sino que los derechos de la familia.
“Además, lo que queremos es poner –como en el caso del post natal y fuero- los incentivos adecuados para evitar que las que abusan del sistema perjudiquen a las que quieren trabajar”.

-¿Podrán crear conciencia que la flexibilización de esos derechos será más beneficioso?
“Es necesario hacer ver que flexibilizar ciertas cosas para alcanzar un objetivo mayor es súper importante que se discuta, porque los cambios de las cosas que se tienen producen desconfianza. Si se plantea sólo que es un derecho adquirido en vez de que lo que se desea es que no les paguen a las mujeres menos que los hombres, que puedan encontrar trabajo o tener la posibilidad de cuidar a la guagua más allá de los tres meses, obviamente será difícil.
“Lo que se está tratando aquí es de construir una sociedad mejor para hombres y mujeres y por eso, estas medidas se podrían llamar medidas pro familia en vez de pro mujer”.

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