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“Soy una persona atrapada en un personaje”

06 de Marzo de 2006 | 09:35 |
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Aunque Avello no es un plato de comida, a algunos les provoca náuseas y a otros les apetece. Pero la contradicción no se limita a las reacciones que provoca, porque este periodista es un contrapunto en sí mismo. Habla lento y bajito, con gestos mesurados. La clásica forma de chico tímido coexiste con el Avello que se pone una máscara de cuero negro en medio de la entrevista o que se manda declaraciones para el bronce. Eso es lo que más perturba: su forma parece disociada de su fondo, como si Avello estuviera poseído por el personaje.

-¿Felipe Avello tiene moral?
“Tengo mucha moral, la pongo en mi trabajo y en mi vida; en mi trabajo es más claro: no dañar al resto, querer a tu prójimo como a ti mismo. La moral que está en el Nuevo Testamento”.

-¿Y cuándo hacías notas muy fuertes?
“Es que era toda una instalación -¿Lo dices por la señora que tiraba en una caja?-, lo que pasa es que yo los utilizaba como actores, pero ellos no sabían que estaban actuando. Dejé de utilizar a más gente, porque era muy complicado. Ahora lo hago conmigo”.

- Tu propio personaje.
“Sí, pero no soy un personaje. Soy una persona atrapada en un personaje”.

-¿Tienes tiempo para escapar del personaje?
“¡Necesito ayuda!”

-¿Qué tipo de ayuda?
“No sé… afecto”.

-¿Andas buscando?
“No, tampoco, porque el personaje no me permite; pero la persona que está ¿puedes ver a la persona que está acá?”

-Detrás del maquillaje.
“No poh, si el maquillaje no me lo saqué hoy, porque no sé… ¡ah! ¿el maquillaje metafóricamente?”

-Metafóricamente.
“Ah, sí. Hay una persona pidiendo ayuda, que está aquí, dentro de mí”.

-¿Entonces ser medio rupturista es una pose o te nace ser así?
“Pero yo no soy rupturista. Trabajo en SQP ¿qué tiene eso de rupturista?”

-Pero las notas que hacías antes…
“Que hacía antes, porque ahora me decepcioné de la realización audiovisual, porque me obsesionaba mucho, buscaba la perfección; estaba enloqueciendo, pensaba todo el día en ello”.

-¿Cuándo decidiste parar?
“Cuando conocí a una niña. Me fui a vivir con ella y ahí dejé el trabajo. Justo me habían echado de todos lados y me fui a otro lugar donde me volví muy flojo. Entonces con ella empezamos a salir mucho más y cambié; dejé de ser tan obsesivo, pero ahora estoy volviendo. Pero no tanto, no tanto. Cambié para mejor. Ella me hizo muy bien, me hizo un personaje mucho más social, menos marginal.
“Dejé todo de lado al irme a vivir con ella. Mi principal preocupación era la relación, inventar cosas para pasarlo bien”.

-Muy creativo.
“Sí. Ahí por ejemplo, mi obsesión era volverme el mejor sexualmente, el mejor hombre.
Leí mucho, me compré cremas, empecé a ejercitar posiciones y lo logré. Lo logré con ella”.

-¿Ella te dijo Felipe lo lograste?
“Es que lo notaba”.

-No te lo dijo.
“Sí me lo dijo, pero eso no sé si pueda contarlo”.

-¿Te has mantenido siendo el mejor?
“No, después bajé por desmotivación. Ya no quería estar con ella, entonces me dejé de preocupar. Al final de la relación me desconcentraba, estaba un rato y después se bajaba”.

En su carrera casi nunca se ha bajado, la mayoría de las veces lo han sacado. Así sucedió en “Mekano”; en el programa “Día a Día” que condujo Ivette Vergara; en el estelar “Ciudad Gótica” de Felipe Camiroaga, incluso en “SQP”, donde hoy trabaja nuevamente.

-¿Con qué criterio eliges los programas en los que trabajas?
“Con el criterio de la desesperación: yo trabajaba donde me llamaban.
"Pero por primera vez rechacé un trabajo; en la ‘Última tentación’ trabajé dos capítulos. Me pagaban súper bien y renuncié porque no tenía que ver con el sentido ético y estético de mi trabajo, pero no lo diré porque no me gusta revelar el truco del mago”.

-¿Cómo han sido las relaciones con los equipos con los que has trabajado?
“Difícil, hay que pasar por sobre algunos esquemas y algunas personas”.

-¿No te da miedo vivir siempre al borde del despido?
“Sí, pero prefiero no hacer caso y arriesgarme para conservar el sentido ético y estético de mi trabajo”.

-¿Cómo reacciona la gente cuando te ve en la calle?
“Tengo la peor imagen de los chilenos. Cuando me ha ido mejor, la gente es más amable y cuando me va mal es más mala onda”.

-Pero en el fondo estás trabajando para esa gente.
“Sí, pero estoy en una cruzada por tratar bien al público, porque nos riamos de otras cosas, porque reflexionemos un poco. Estoy cuidando al público”.

-A pesar de que estás decepcionado.
“Por lo mismo, porque estoy decepcionado, quiero tratarlo bien, quiero quererlo”.

-¿Qué te parecen los medios ahora en Chile?
“Me gusta la televisión. Me carga la gente que la pela ¡Me encanta la televisión! es un medio fabuloso”.

-¿Por el alcance que tiene?
“Sí… no sé. El objeto del elemento renacentista”.

-¿Cuál elemento renacentista?
“La televisión. Es que eso lo leí una vez, pero no me acuerdo”.


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